Una tremenda lluvia de polvo sobre la provincia ha teñido de rojo carreteras, calles, coches, tractores, casas, parques, jardines, dehesas, montes y todo tipo de mobiliario urbano y rural. La borrasca, impulsada por los vientos del sur, ha provocado que la arena del Sáhara nos haya cubierto

Esta mañana no se habla de otra cosa en las calles y las redes sociales. De hecho, muchas personas que salen con prisa para acudir a sus lugares de trabajo han tenido que dedicar un tiempo para retirar esta arena de sus vehículos. Las más sensibles se han levantado con una pequeña carraspera y los ayuntamientos se apresuran para dejar visible las señales viales, semáforos cuyas ópticas están cubiertas, pasos de cebra, señales horizontales y verticales… A todo esto se suman bancos, elementos decorativos, jardineras, etc.

No hay que preocuparse, este polvo es inofensivo, aunque se puede apreciar una ligera irritación de garganta. Las lluvias de los próximos días harán que desaparezca de la atmósfera y que nuestros paisajes recobren la normalidad, se despojen de ese aspecto desértico, a la vez que exótico, que ahora mismo están tiñendo de rojo nuestros paisajes rurales y urbanos.