La Academia Militar de Ingenieros se asentó en Guadalajara en el año 1833 en el antiguo palacio de Montesclaros en la Plaza de la Fábrica, hoy llamada Plaza de España. Los beneficios que trajo la Academia a la ciudad fueron muy importantes tanto para los comerciantes de la capital como para los vecinos que acogieron en sus casas a los caballeros alumnos.

En el año 1837 y como consecuencia de la Guerra Carlista, la Academia se trasladó a Madrid, pero volvió a Guadalajara de forma definitiva en el año 1840.Los momentos estelares de la instalación militar se viven en los años 1920 y 1923 cuando el Monarca Alfonso XIII preside las Juras de Banderas de los Cadetes en el Paseo de la Concordia.

La Academia de Ingenieros sufrió un tremendo incendio en la noche del diez de febrero del año 1924 y pese a que en su extinción participaron los Bomberos de Guadalajara y Madrid e igualmente los Cadetes de la Academia no pudieron evitar que el edificio quedase en ruinas y se derrumbase la valiosísima torre del reloj.

El incendio arrasó la magnifica Biblioteca, el Salón de Tronos, el Archivo y los Laboratorios con sus valiosos materiales. Los Cadetes tuvieron que terminar el curso académico en otros edificios de la ciudad, pero este triste año de 1924 fue el último año de la Academia en Guadalajara.

La ciudad de Guadalajara acogió con alegría la declaración de Alfonso XIII, de que la Academia de Ingenieros sería reconstruida y volvería a  reiniciar sus cursos una vez finalizadas las obras, pero todo se vio truncado con la llegada de la Republica a España.