Las fiestas patronales de Trillo han conseguido un año más hipnotizar a pequeños y mayores, a vecinos y visitantes, a peñistas y no peñistas. El espectáculo de hipnosis de Jorge Astyaro fue el final perfecto para unos días de diversión y amplia participación a pesar de los cambios que, con motivo de la lluvia y otros acontecimientos, ha sufrido el programa en algunos momentos. Así lo destaca la concejala de Festejos, Marta Pérez, que agradece a las peñas su paciencia y capacidad de adaptación, en unas fiestas cuyo balance es “muy positivo” para la edil.

Un pregón emocionado y musical

Lo cierto es que el arranque festivo, el pasado jueves, no pudo ser más original y bonito. La peña La Zarzamora y su pregón musical consiguieron que la plaza Mayor trillana disfrutara y vibrara en el inicio oficial de sus días grandes. Una versión personalizada y autóctona de la canción del mismo nombre que la peña, La Zarzamora, arrancó los aplausos y los olés del público, tras lo cual, se escuchó el tradicional chupinazo de inicio de las fiestas.

Junto al pregón, Marta Pérez destaca la fiesta flamenca, que se celebó el mismo jueves. Más de 800 personas participaron en la cena temática que se sirvió en el frontón, cuyos beneficios serán destinados a la compra de maquinaria especializada para la Residencia de Mayores Fuente Alegre. Salmorejo cordobés, un flamenquín o una fritura gaditana fueron algunas de las recetas servidas y proporcionaron la energía suficiente para que los trillanos disfrutaran poco después de la fiesta andaluza que se desarrolló en la plaza Mayor y en la que nadie pudo dejar de bailar los ritmos flamencos y las sevillanas de Los Desmadraos.

El concurso de disfraces fue otro de los hitos del programa festivo. A pesar de la tormenta previa y del cambio de ubicación, tanto las peñas como el público respondieron a los imprevistos con alegría y llenaron la plaza Mayor para disfrutar del espectáculo. Derroche de imaginación y, sobre todo, de humor, el que se vivió durante las casi dos horas de desfile de disfraces, primero de la categoría individual y parejas y posteriormente la de grupos, más numerosa. Una espectacular representación del sorteo de la lotería de Navidad, con calvo de la lotería y administración de Doña Manolita incluidos, realizada por la Peña El Trastorno y Las Indecisas, resultó merecedora del Primer Premio. El Segundo Premio fue para Ahí Tas Kedao y su divertida parodia de una receta televisiva de Karlos Arguiñano, mientras que Súper Ratón y su cuadrilla de ratoncillos de El Kaldero quedó en un también merecido tercer lugar. La Mejor Coreografía fue la de las Cheerleaders de la Peña El Límite.

La música, como siempre, tuvo su lugar destacado también en estas fiestas de 2018. La calidad de los grupos nocturnos, como Strenos, en la noche del sábado, y, un poco antes, el concierto de Café Quijano, que atrajo al municipio del Tajo a cientos de visitantes que llenaron la explanada de la calle Jardines, fueron dos de los momentos musicales más seguidos. Aunque aparentemente dirigido a otro público, el más joven, el Trillo Sound en ésta, su segunda edición, también captó a muchos más crecidos, los que bailaban ya hace una década al ritmo de DJ Marta. La famosa pinchadiscos puso el broche de oro a una larga madrugada con temas actuales y algunos viejos conocidos, e incluso aceptó gustosamente posar junto a numerosos admiradores que quisieron fotografiarse junto a ella.

Un autobús turístico por el Tajo, vencedor del concurso de barcas y estaribeles 

El descenso de barcas y estaribeles registró este año una menor participación que en ediciones anteriores, quizás por el caudal del Tajo, mayor también que en años precedentes. No obstante, el vencedor del concurso hizo méritos suficientes para ello. La Peña El Alcaparrón se hizo con el Primer Premio con su autobús turístico flotante, Trillo Tour, repleto de visitantes. La barca-vehículo se paseó por el Tajo y llegó a su destino sin problemas, haciendo gala de una gran flotabilidad y estabilidad y portando a sus turistas sin que apenas fueran salpicados. La Paellera de El Chispón, Las Abejas de Los Tremendos y La Tajoná, Los Vagos y su embarcación náufraga, Los Patitos de El Desastre y Los Soldaditos de Plomo, de El Pogo-Lunares, fueron el resto de premiados del concurso.

Los vermús animados con mariachis o la charanga, las dos mañanas de encierro y las correspondientes tardes de novillada, el encierro por el campo, los fuegos artificiales, la caldereta popular o las actividades infantiles, sin olvidarnos, por supuesto, de la fiesta del 8 de septiembre, dedicada a la patrona, la Virgen del Campo, que trasladó a cientos de fieles hasta su ermita un año más, completaron unas fiestas de Trillo muy intensas, que se desarrollaron sin incidentes destacables y en un clima de diversión y respeto. Buena parte de este éxito se debe a su buena organización y al trabajo de la Comisión de Festejos, que, como apunta la concejala del área, “este año, más que nunca, ha sido digna de reconocer”, termina Marta Pérez.