La corrida de rejones que cerraba la feria de La Antigua de Guadalajara tuvo que ser suspendida tras las fuertes lluvias caídas durante la mañana en la capital.

El tiempo si respetó para la celebración del tradicional encierro de las ocho de la mañana. Los toros de Ángel Sánchez y Sánchez que iban a ser lidiados en el festejo vespertino corrieron por las calles del casco histórico de Guadalajara.

El problema viene cuando el encierro sí se ha celebrado y la corrida de toros tiene que suspenderse por causas de fuerza mayor. El actual reglamento de festejos taurinos de Castilla – La Mancha obliga a sacrificar las reses, un sinsentido al que el gobierno regional debería de buscar alternativas y soluciones.

En este caso se tendrán que sacrificar seis toros sin ser lidiados y aptos, sanos, y válidos para una corrida de toros.

Un claro ejemplo es lo que ocurrió en la localidad vecina de San Sebastián de los Reyes hace apenas 15 días. Los toros de El Pilar, propiedad de Moisés Fraile, corrieron el encierro matinal y la corrida de toros se suspendió también a causa de la DANA.

En este caso el gobierno regional de la Comunidad de Madrid intercedió para que los animales no tuvieran que ser sacrificados y pudieran volver a la finca salmantina, ya que el reglamento madrileño sin contempla esta posibilidad.

Otro caso fue en la capital navarra. Pamplona suspendió el festejo con los toros gaditanos de Cebada Gago tras correr el encierro en 2019 y su reglamento navarro permitió que los animales volvieran a la ganadería.

Si en otras comunidades es posible y hay alternativas para este problema, en Castilla – La Mancha el gobierno de Emiliano García – Page debe de buscar soluciones.