
Te invitamos a un paseo por Cogolludo y sus flores
Las calles de Cogolludo se visten de gala con el IV Concurso de Embellecimiento de Fachadas y Balcones, una iniciativa que resucita una tradición del siglo XX y transforma la villa ducal en un jardín vivo. Pasear por sus empedrados senderos, como los que rodean la emblemática Plaza Mayor, es sumergirse en un festival de colores, donde las flores brotan en cada rincón, desde macetas alineadas contra paredes de piedra hasta balcones que parecen cuadros pintados con pétalos. Fachadas adornadas con flores de vivos colores, como las que lucen Nati Codonal o Remedios Iruela, y detalles como un pequeño muñeco con regadera que guía a los visitantes, configuran este paisaje rural.
El paseo invita a disfrutar de la fachada de Nati Codonal, la ganadora de esta edición, un clásico que cautiva con su meticulosa composición floral, destacando por su elegancia. Remedios Iruela, en segundo lugar, deslumbra con un despliegue creativo que resalta su originalidad, mientras que Vanesa Yela, tercera clasificada, añade un toque único con su arreglo distintivo. Todas, habituales del concurso, han elevado el estándar con diseños que combinan variedades de flores, colores vivos y una perfecta armonía con el entorno histórico, como se aprecia en las capturas de balcones frente al Palacio de los Duques de Medinaceli, primer edificio civil renacentista de España.
Las calles se curvan suavemente, flanqueadas por casas de piedra y yeso donde macetas de terracota y plástico estallan en tonos rosas, morados y rojos, el espectáculo de una villa en flor. En la Plaza Mayor, el Palacio de los Duques de Medinaceli se alza como telón de fondo, mientras fuentes y balcones floridos crean un escenario que mezcla pasado y naturaleza.
Más allá del concurso, el aire lleva el aroma de las flores silvestres que asoman entre los adoquines, y el sonido de las hojas de parra en los patios añade un toque rural, evocando la atmósfera de la próxima V Jornada Renacentista del 14 de junio, donde desfiles de Tercios y mercados de época animarán la plaza. Un detalle que enriquece esta experiencia es la iglesia de San Pedro, un monumento gótico del siglo XVI con su impresionante portada plateresca, que complementa el patrimonio renacentista y añade un encanto histórico al recorrido floral. Déjate llevar por sus calles y descubre cómo las flores narran la historia de una villa que florece con orgullo.