Música e historia se mimetizan en Sigüenza
La hostelería y restauración de ciudad y pedanías han tenido unos magníficos datos de ocupación en un fin de semana que, tradicionalmente, era valle en el turismo local gracias al Festival IX Centenario. Actuaron, ante cerca de 3.000 personas, Amaral, Nena Daconte, Mauri, Bauer y We are not DJs, con transiciones protagonizadas por Stanz DJ. El evento servía de colofón a la declaración de acontecimiento de excepcional interés público del IX Centenario, que se cumple en junio. En cualquier caso, las actividades se van a extender también a lo que queda del año 2024.
Gente venida de toda España acudió a un espectáculo “a la altura de cualquier capital de provincia española”, señala María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza.
A nivel económico y de reservas, el Festival ha dejado, en un momento valle para el turismo local, un fin de semana de excelente ocupación para la hostelería y restauración. “En general, la celebración del Centenario está siendo posible gracias al apoyo de las instituciones, en este caso de la Fundación Impulsa de la Junta de Comunidades, puesto que, de otra manera, hubiera sido imposible traer a Sigüenza eventos como este del Festival IX Centenario”, añadía la alcaldesa.
Toda la estrategia municipal para proyectar Sigüenza al mundo a través de su futura declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con su candidatura, Paisaje Dulce y Salado de Atienza y Sigüenza, que abarca a toda la comarca, tuvo su reflejo simbólico en la actuación de una gran banda, puntera desde hace casi 30 años. Un recital en el que el rock, el pop y el indie, esa extraña mezcla de estilos que resulta en un estilo especial, un tanto ecléctico, a medio camino entre lo oscuro, lo melancólico y lo festivo, inundaron con su sonido el coso de las cruces desde el anochecer, hasta ya entrada la noche.
Sigüenza es una ciudad ideal para reflexionar con las propuestas combativas, revolucionarias, musical y temáticamente hablando, y humanas, del bien, del mal, de la amistad y de la soledad que ofrece Amaral. El sonido se hace especial en ese entorno, hasta el punto de que en pocas ocasiones se puede sentir desde dentro aquello de “...pero esta noche moriría por vos”, fragmento de la canción que le da título.
“Somos demasiados. Y no podrán pasar. Por encima de los años. Que tuvimos que callar. Revolución sonó como un himno, un ánimo que complementa al sentimiento de amistad “por encima de todas las cosas” que se plasmaba a través de Marta, Sebas, Gille y los demás.
Los presentes coreaban hasta la última coma, compartiendo cada uno de los mensajes que la banda lanzaba a través de sus composiciones. “Con los brazos abiertos.Ya no toques el suelo. Y tu cuerpo remonta el vuelo”. A través de estos versos, la canción Salta se la dedicó a la guadalajareña Ana Peleteiro, que recientemente ha sido medalla de oro en el Campeonato de Europa de Atletismo, en triple salto, recuperando así su senda de triunfos que la reafirma y empodera como deportista.
Corriendo, canción existencialista que habla sobre la impotencia del miedo; Sin ti no soy nada, estrella de mar y un buen elenco de distinguidas canciones dieron forma a un recital que contribuyó a consolidar el cariz universal, eterno, humanista y monumental de Sigüenza. El muro sónico de Amaral, contundente a la par que emotivo, puso su granito de arena en la construcción del gran proyecto seguntino.