Más de 5.500 plantas de marihuana intervenidas a una banda organizada que se dedicaba al cultivo ilegal
En el marco de la operación “Arranque” de la Policía Nacional, y de las operaciones “Capulsi” y “Gatza Laguna” de la Guardia Civil se ha conseguido detener en Trijueque, El Casar y Venturada, a seis personas, integrantes de una organización criminal dedicada al cultivo y elaboración de sustancias estupefacientes, para su posterior distribución al por mayor.
Tras una laboriosa investigación realizada desde hace varios meses, la Policía Nacional y la Guardia Civil, consiguieron ubicar la vivienda que utilizaba el cabecilla de la organización, de origen dominicano y con antecedentes policiales por hechos similares, comprobando que se desplazaba al resto de domicilios investigados para supervisar “la cosecha”.
Perfectamente coordinados y previa orden judicial, Guardia Civil y Policía Nacional llevan a cabo, cuatro registros, tres en la provincia de Guadalajara ( en las localidades de El Casar y Trijueque) y otro en la localidad madrileña de Venturada, interviniendo en total, 5652 plantas de marihuana, 3kg de cogollos, dos vehículos, 17 aparatos de aire acondicionado, nueve tanques de agua, más de 200 trasformadores, casi 300 paneles de luz, 26 ventiladores y cientos de litros de fertilizantes y productos químicos.
Como resultado de estas operaciones policiales se han desmantelado cuatro cultivos “indoor” de marihuana, ocultos en el interior de las viviendas que contaban con iluminación de alto voltaje, ventiladores para renovar el aire, aire acondicionado, y medidores de temperatura para conseguir que la zona de cultivo tuviera unas condiciones ideales para el desarrollo de las plantas.
Los detenidos, a quienes se le imputan delitos Contra la Salud Pública, Defraudación del Fluido Eléctrico y Pertenencia a Organización Criminal, vivían en los domicilios destinados al cultivo, en condiciones de insalubridad, junto con sus hijos menores de edad aparentando llevar una vida relativamente normal.
Estas Organizaciones con idéntico “modus operandi”, suelen elegir los lugares estratégicos para el cultivo, en urbanizaciones alejadas de grandes núcleos de población, con poco transito de personas y vehículos. Los primeros en detectar su presencia suelen ser los vecinos que residen en lugares próximos, ya que son quienes tienen que soportar los molestos olores y ruidos que producen las plantaciones, motivo por el que la colaboración ciudadana es muy importante para detectar este tipo de delitos.