Felipe Martínez y Juan Antonio López, presidente y vicepresidente de la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario de Mondéjar, se encuentran entre los más de 2.600 hermanos de esta asociación religiosa, referencia provincial, regional y nacional. Sus primeros estatutos, redactados en 1765, establecieron una estructura organizativa avanzada para la época, por entonces la de una cofradía. Según Juan Antonio López, “son de los más antiguos de España y han inspirado a otras hermandades”. Actualmente, la Hermandad regula actos litúrgicos y sociales en honor al Cristo y cuenta con mujeres y hombres en igualdad de condiciones y en virtual paridad. 

    Desde su fundación, hace 260 años, ha mantenido la fe, la tradición y la unidad del pueblo, adaptándose a los tiempos pero conservando sus raíces. “Cada grupo que pasa por el Cristo tiene el deber de mantener y transmitir esta fe a las futuras generaciones, asegurando que la tradición y el arraigo continúen a lo largo del tiempo”, aseguraba Felipe Martínez, en unas declaraciones mientras contemplaba la imagen del Cristo en su ermita.
    Felipe, que recogió en septiembre, orgulloso, en representación del colectivo que encabeza, la Medalla de Oro de la Provincia, resume su labor: “El culto, la devoción a nuestro Santísimo Cristo del Calvario, y organizar su fiesta principal, la Exaltación de la Cruz, el 14 de septiembre, que marca el inicio del año para los mondejanos”. En estas fechas se celebra la procesión y la misa mayor, actos centrales que unen a toda la comunidad.
Origen marcado por la sequía
El origen de la Hermandad está vinculado a una época de sequía en el siglo XVIII, cuando los mondejanos, cuya economía dependía de la agricultura, se enfrentaron a la falta de agua. Según Juan Antonio, “la necesidad llevó a 65 vecinos a formar la entonces cofradía, organizar una procesión y trasladar al patrón desde la ermita hasta la iglesia para implorar lluvias”. Estas rogativas trajeron prosperidad al pueblo, y desde entonces, la devoción al Cristo se consolidó.

    El calendario de la Hermandad está lleno de eventos importantes. Además del Septenario y la Exaltación de la Cruz, otros actos destacados incluyen la procesión del último domingo de septiembre, cuando el Cristo regresa a la ermita. Este evento, declarado de Interés Turístico Regional, simboliza el cierre de las fiestas patronales. 
  

Los estatutos iniciales de 1765 establecían la organización de los actos religiosos más importantes, como el traslado de la imagen del Cristo a la iglesia parroquial el 13 de septiembre, la celebración de la misa mayor el día 14 y el regreso de la imagen a la ermita tras la misa de difuntos el 15 de septiembre. Sin embargo, esta tradición ha cambiado con el tiempo, y actualmente la imagen regresa a su ermita el último domingo de septiembre para pasar el invierno.

    “La Hermandad colabora con las cofradías de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, en la organización de las procesiones de Semana Santa. En mayo, una romería celebra al Cristo y la Virgen con una misa de campaña en la ermita”, relata Juan Antonio.
Un Tesoro Histórico
La talla del Santísimo Cristo del Calvario es el mayor tesoro de Mondéjar y un símbolo de unión para el pueblo. Desde la desaparición de la talla original en la Guerra Civil, han existido dos imágenes. La actual, encargada en 1953 y entregada en 1955, fue tallada en un taller de Arganda del Rey y este año celebra su 70 aniversario.
 

Aunque se buscaron indicios del paradero de la talla original, no se ha confirmado su destino final. Para los devotos, la imagen actual mantiene viva la conexión espiritual. Según Juan Antonio López, “no sé qué tiene nuestra imagen, pero algo les dice a los fieles. Cumple su cometido y se aprecia en ellos una clara devoción religiosa y de respeto hacia las acciones de Cristo, todo lo que hizo por la humanidad”.
Coplillas del ‘tío Flores’ 

En el año 2021, durante la pandemia, la Hermandad llevó a cabo la recuperación de las coplillas del Tío Flores, un ermitaño que enseñaba la Cueva de los Judíos hasta los años 80, situada bajo la ermita del Cristo, una cavidad del siglo XVI que representa la Pasión de Cristo a través de 12 escenas con un total de 75 esculturas artesanales de estuco policromado a tamaño real con más de 450 años de antigüedad. Este proyecto surgió como parte de una jornada especial que buscaba abrir las puertas de la ermita y ofrecer a los visitantes una experiencia única, iluminada por más de mil velas.

    Las coplillas, que el tío Flores había adquirido de un ciego en Madrid cuando era niño, estaban asociadas a las estaciones de la pasión de Cristo. Desde su fallecimiento en los años 80, estas coplillas no habían sido recitadas hasta su recuperación en 2021. El esfuerzo por revivir esta tradición se basa en la recopilación de la tradición oral y en algún documento gráfico que preserva la particular forma de recitar de Flores, que contribuía a la catequesis en la cueva.
Patrimonio
La iglesia parroquial de Santa María Magdalena, sede de la Hermandad, es, además de un espacio de culto, un espacio de preservación histórica. Alberga una colección única de piezas litúrgicas que han sido parte integral de la tradición religiosa local. Entre las exhibiciones más destacadas del Museo Parroquial Mendocino se encuentra el “terno rico”, un excepcional conjunto de ropas litúrgicas que incluye una casulla, una capa pluvial y dos dalmáticas, utilizadas en ceremonias religiosas desde el siglo XVI. Estas piezas han estado en uso continuo hasta hace pocos años, reflejando la rica herencia cultural y espiritual de la comunidad.
    Además, el museo presenta la cruz procesional, obra del orfebre Juan Francisco de Alcalá de Henares, datada también en el siglo XVI. Esta cruz juega un papel central en los actos de culto, incluyendo el septenario y las procesiones, siendo un símbolo de la devoción hacia el Santísimo Cristo del Calvario.

    “El Museo Parroquial Mendocino alberga prendas litúrgicas únicas, como un capillo bordado con María Magdalena en el centro, y otras reliquias, como dos tablas del convento de San Antonio del siglo XVI”, destaca Xian, que indica que, en los últimos años, la Hermandad ha impulsado proyectos de restauración, como las andas procesionales y el estandarte de luto. Además, continúa trabajando en la conservación de la ermita, símbolo de la devoción mondejana.

    Además, en la ermita del Cristo, gracias a la labor de la Hermandad, se repuso la espadaña y se instaló una réplica de su campana, la de Nuestra Señora del Encuentro, el 14 de noviembre de 2022. “Todo sucedió a raíz de la aparición de una foto antigua, que muestra que antes había una espadaña que había desaparecido mucho antes de la guerra, y que sirvió de referencia”, ilustra el presidente, Felipe Martínez. La campana ahora se utiliza para convocar a los fieles, especialmente el día 13 de septiembre y en otras ocasiones especiales, como el Día de la Madre.