Los Magos vencen a la lluvia
La Cabalgata de Reyes Magos en Guadalajara ya ha comenzado, y con ella la magia y la ilusión que cada año envuelve a niños y mayores en esta noche tan especial. El frío de enero se siente en el ambiente, prosigue el riesgo de lluvia, pero, a las 18.30 horas, cuando comenzó el evento, con puntualidad británica, no llovía. Ahora sí lo hace y se espera que las precipitaciones sean intermitentes. En cualquier caso este factor no supone un obstáculo para que cientos de familias se agolpen a lo largo del recorrido, abrigados y emocionados, para ver a Sus Majestades.
El desfile, con más de 300 figurantes, 16 comparsas musicales, cinco carrozas y la colaboración de Cruz Roja, Bomberos, Policía Local y Protección Civil, mantiene viva una tradición que nunca ha sido suspendida, ni siquiera en años de nieve o lluvia intensa. Este espíritu inquebrantable se mantiene gracias al compromiso de Sus Majestades, quienes saben que la ilusión de los niños no entiende de clima.
La Cabalgata ha salido de la Calle Madrid y recorre la Plaza de España, Calle Miguel Fluiters, Calle Mayor, Paseo Fernández Iparraguirre hasta su cruce con la Calle Sigüenza volviendo el Paseo Fernández Iparraguirre hasta la explanada de la Iglesia de San Ginés, donde se realizará la adoración al Niño, con oro, incienso y mirra.
La Estrella de Belén, un gran hinchable blanco, encabeza el recorrido, marcando el camino con su brillo, mientras los vibrantes ritmos de Batukada Axara contagian energía a los asistentes. Ocho elegantes caballos blancos hinchables abren paso al desfile, seguido de la emblemática Carroza del Belén, donde la Virgen María, San José, el Niño Jesús y los pastores recrean el momento más significativo de esta festividad.
El Ballet de Cartas añade un toque de fantasía con sus movimientos llenos de color, mientras los gigantescos Reyes Magos Playmobil sorprenden a pequeños y mayores con su impresionante tamaño y detalle. Una Corona gigante, de 4 por 4 metros, acompañada de la Comparsa de Coronas de Reyes Magos, deslumbra en el recorrido, mientras que en la Carroza de Regalos, el paje apuntador pregunta a los niños qué han pedido; provoca sonrisas y miradas llenas de ilusión entre ellos.
La Comparsa de Bolas de Navidad aporta un toque creativo y divertido al desfile, complementada por los carboneros, quienes, con su vagón de la mina, no pueden faltar en esta noche mágica. Reparten 100 kilos de carbón dulce. Le sigue la Agrupación del Santísimo Cristo de la Paz, que interpreta Jingle bells. Finalmente, seis magníficos caballos blancos, esta vez reales, en el doble sentido de la palabra, con la insignia de los Reyes Magos, anuncian su llegada. El espectáculo es muy elegante. Los jinetes marcan el paso de Sus Majestades por las calles de Guadalajara.
Llega la comparsa del Rey Melchor con sus pajes con el cofre de oro, lanzas y banderas. Los que van a bordo lanzan caramelos a los presentes. Gaspar lleva su incienso. Pasa el Ballet de fuego, 12 bailarines que simbolizan la llegada de Baltasar, con sus pajes que llevan la mirra.
Entre tanto, los componentes de la comitiva reparten a lo largo del recorrido unos 2.000 kilos de caramelos sin gluten y 100 kilos de carbón dulce, endulzando aún más la noche para todos los asistentes. Con cada paso de las carrozas, Guadalajara se llena de emoción y alegría, recordando que, pase lo que pase, esta noche siempre será de los niños y de la esperanza.
Los peques, con las mejillas rojizas por el frío y los ojos brillantes de expectación, reciben caramelos al paso de las carrozas, mientras las comparsas llenan de música y color las calles. Desde la salida en la calle Madrid hasta la explanada de San Ginés, el recorrido se llena de magia gracias a los jinetes, figurantes y espectaculares carrozas que integran la comitiva. Especialmente emotivo será, como siempre, el momento en que Melchor, Gaspar y Baltasar adoren al Niño Jesús antes de recibir las llaves de la ciudad y lanzar un mensaje a los más pequeños, que se irán a dormir con la esperanza de encontrar los regalos en sus casas al despertar.