Entre el 12 y el 15 de julio próximos, Pastrana vuelve al Renacimiento. A lo largo de cuatro días, el Festival abrirá de nuevo sus puertas a la historia, para regresar al siglo XVI, en esta ocasión de la mano de dos de las hijas de los Príncipes de Éboli, dos hermanas con el mismo nombre y mismos apellidos, pero con vidas muy distintas.

En la XVII Edición del Festival Ducal, Pastrana vivirá una boda renacentista. El jueves, 12 de julio, la villa ducal celebrará el compromiso de la hija mayor de los duques, Ana de Silva y Mendoza, con Alonso Pérez de Guzmán. Será entonces cuando el tío de la novia, el Conde De Salinas, se asome al balcón del Palacio Ducal para recitar unos versos de su cosecha. El poemario lleva por título 'Entre el amor y lo burlesco'. Sus rimas llegarán acompañadas de danzas renacentistas, elegante y fielmente ejecutadas por parte de los nobles de la Asociación de Damas y Caballeros,  y de los cantos de la Coral La Paz, como homenaje del pueblo llano. Previamente la Colegiata de Pastrana será el escenario de un concierto de órgano interpretado por los alumnos del curso de  la Academia de Polifonía Española y por  Grupo Ensemble La Danserye.

Los festejos del compromiso recreado  se extenderán también a la tarde del viernes. Después de un desfile de nobles y plebeyos, desde el Palacio a la Colegiata, las familias Silva y Mendoza y Medina-Sidonia harán entrega de las dotes y el anillo a la novia en el espectáculo que se ha denominado 'Un anillo para Ana de Silva'.  A continuación, la impresionante acústica de La Colegiata  acogerá un nuevo concierto, en esta ocasión de órgano y violín con acústicos, que lleva por título 'Canciones Calladas'.  Sonará entonces, para deleite de invitados y visitantes, una pieza escrita para la ocasión por Alicia Reyes Medina que será interpretada por la propia Alicia,  al órgano y por Carlos Cámara Reyes, al violín. Cerrará la programación del día viernes una obra que representará el grupo de teatro Moratín de Pastrana. Lleva por título 'Donde  hay agravios no hay celos', de Francisco de Rojas y Zorrilla.

Las mañanas de viernes y sábado estarán amenizadas por los esperados títeres y romanceros del Festival Ducal,  en esta ocasión con la participación de ly7colores. El grupo, con sus personajes diversos, envolverá las mañanas de ilusión y fantasía para los más pequeños. Conferencias, mercado de artesanos y exposiciones, irán sumando a esta edición del Festival Ducal entretenimiento e historia.

El esperado desfile del sábado por la tarde estará dedicado a los novios. Lleva por título 'Una boda ducal'. La villa de Pastrana saldrá a dar la bienvenida al duque de Medina-Sidonia, quien junto con a su séquito impresionante,  llegara a Pastrana para confirmar su matrimonio con la joven Ana.

Además de nobles y  gentes de la villa, van a formar parte del Festival, por primera vez, recreadores de otras comunidades autónomas, que instalarán su campamento en la Plaza del Ayuntamiento. Allí, a lo largo del sábado, impartirán talleres de gran interés sobre cerámica, armas o escritura de la época. Así, hasta Pastrana llegarán buenas gentes de Laredo, Medina del Campo, Cartagena, Madrid y otros lugares, que  participaran del evento como hacen en cada uno de los suyos. Los tercios de la compañía Mondragón serán los encargados de escoltar al duque de Medina-Sidonia. Durante el desfile por las calles y plazas habrá danzas del pueblo, música por diversos puntos y demostraciones equinas. El espectáculo culminará con la boda  en la fachada del Palacio de los Duques.

Además, el Festival Ducal de Pastrana este año incluye otras novedades. Celebrará su pertenencia  a la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas (AEFRH), puesto que, desde este año, comparte ilusiones, historia y momentos, con recreadores de toda España y de Europa. De la mano de esta nueva colaboración, pastraneros y visitantes podrán conocer otras fiestas  desde la exposición de fotografía que se podrá disfrutar en las caballerizas del Palacio de Covarrubias a lo largo del festival.

Sin embargo, el plato fuerte del Festival Ducal de 2018, queda reservado a la hija pequeña de los príncipes. Lleva por título  'Ana de Silva y Mendoza, una clausura constante'. Se convertirá así en el espectáculo audiovisual central que se podrá presenciar en la fachada de Palacio Ducal en la tarde del sábado. Este espectáculo, que como todos ellos ha sido concebido y será ejecutado por pastraneros, es un paseo por la vida de esta joven que se fue convirtiendo en mujer en el largo encierro que compartió con su madre, la princesa de Éboli. El público compartirá sus sueños y desengaños, sus soledades y sus traumas,  y con ella sentirá los últimos días de Doña Ana de Mendoza y de la Cerda. La representación tendrá muchos momentos cargados de emoción, de sorpresas y  de ilusión, “la ilusión de todos los que participan en él, Asociación de Damas y Caballeros, Coral La Paz de Pastrana, y Banda de Música,  que es  la unión de tres asociaciones  que viven sus historia y comparten su esfuerzo. 'Ana de Silva y Mendoza, una clausura constate', abre sus brazos a todo aquel que guste de regresar  al pasado  en una villa convertida en una postal de la historia”, dice Javier Gumiel, su director.

El Festival, cargado de actividades, culminará el domingo con el desfile del clero y nobles en  la Misa de Angelis en la Colegiata de Pastrana.

La Villa Ducal de Pastrana trabaja en la promoción de su historia en el doble sentido de recuperar la memoria del tiempo pasado y los personajes que lo habitaron, pero también para su conversión, junto al patrimonio arquitectónico y artístico, en un activo económico y motor del desarrollo rural del municipio, de acuerdo además con los postulados de la iniciativa Alternativa a Zorita con los que la comarca reivindica un futuro que le plante cara a la despoblación.

En la XVII edición del Festival Ducal, el amor que los pastraneros sienten por su pueblo los vuelve a poner a todos de acuerdo para, con su máximo entusiasmo y un extraordinario rigor histórico, conducir a propios y extraños por un viaje en el tiempo con destino al Siglo de Oro.

Ellos mismos serán arte y parte de un programa cuidado, con los epígrafes justos, ninguno gratuito, todos de gran calidad y largamente trabajados, de tal forma que cada uno en sí mismo es una llamada a la visita de Pastrana. Al buen hacer de los pastraneros y sus asociaciones, ingrediente principal del Festival, se unen otros dos más, igualmente sustanciosos. El primero, el vestuario que recrea fielmente la época. Se hace a mano en Pastrana, en el taller del traje que se lleva a cabo a lo largo de todo el año. El segundo es el escenario de los eventos y representaciones. Los edificios y las calles que forman parte del notable patrimonio arquitectónico de Pastrana se convierten en el inmejorable atrezo de las representaciones.