La testigo relató que la víctima no podía maquillarse ni comprar ropa sin permiso y que, en ocasiones, ella tenía que recibir los paquetes porque su pareja la vigilaba de cerca. Estos detalles surgieron durante el segundo día del juicio con jurado popular en la Audiencia Provincial de Guadalajara.

Las declaraciones de la Policía Judicial de la Guardia Civil destacaron la escena sangrienta en la que se encontró a la víctima, quien sufrió múltiples puñaladas. Los testimonios revelaron contradicciones entre el acusado y los testigos, así como el historial de violencia de género del detenido, que incluyó medidas de alejamiento en el pasado. Los agentes argumentaron que las heridas del acusado parecían más consistentes con el manejo de un cuchillo que con la defensa propia.

El sobrino del acusado, por su parte, indicó que su tío había decidido dejar a la víctima debido a problemas en su relación, aunque sus declaraciones variaron en comparación con lo que dijo en la fase de instrucción. Alegó que sus primeras declaraciones habían sido manipuladas y afirmó que su tía había experimentado cambios en su comportamiento recientemente, sugiriendo que tomaba antidepresivos. Además, negó que su tío tuviera problemas con la forma en que se vestía la víctima, ya que le encantaba que ella se arreglara.