El director provincial de Bienestar Social, José Luis Vega, ha asistido a la constitución del nuevo Consejo de Mayores del centro ‘La Rosaleda’, en Guadalajara, donde ha felicitado a la presidenta de este órgano, Rocío Nieto Cambra, a quien ha invitado a canalizar “todas las inquietudes y propuestas que realicen las personas mayores de este centro”, así como a incentivar la participación de los usuarios y usuarias “para que las actividades y servicios ofertados se adapten a sus necesidades”.

El director provincial de Bienestar Social ha trasladado sus mejores deseos a las personas que componen este Consejo de Mayores, de las que ha destacado “su compromiso y su implicación para mejorar la calidad de vida de las personas mayores”.

Del mismo modo, ha puesto de manifiesto la importancia que el Gobierno de Castilla-La Mancha confiere a la participación de los mayores a la hora de diseñar los programas y servicios dirigidos a este colectivo, como demuestra que desde los propios centros de la red regional se fomente la participación activa de sus usuarios mediante la constitución de órganos de representación establecidos reglamentariamente. Así, los centros cuentan son una Asamblea General, compuesta por todos los socios, y con un Consejo, cuyos miembros se designan tras un proceso electoral.

4.140 socios y más de 825 actuaciones al año

El Centro de Mayores ‘La Rosaleda’ forma parte de la red pública de la Consejería de Bienestar Social y cuenta a día de hoy con 4.140 socios, lo que supone un tercio del total de la provincia. El 54 por ciento de las personas socias son mujeres y la edad media se sitúa en torno a los 70 años. A lo largo de 2017 se llevaron a cabo 380 nuevas incorporaciones.

En este centro se facilita la estancia durante el día y la convivencia entre las personas mayores, ofreciendo servicios básicos de información, orientación y atención social con el objeto de favorecer la permanencia en su entorno familiar y social y mejorar su calidad de vida.

Para ello, la Consejería de Bienestar Social ofrece actividades en diversas áreas de intervención, a fin de fomentar un envejecimiento saludable ypromover la autonomía personal. Entre las actividades ofertadas a los usuarios, las hay con un componente físico, tales como psicomotricidad, pilates, yoga, taichí o bailes de salón; talleres de estimulación cognitiva, como memoria, lenguaje oral y escrito o un club de lectura; y también se ofrecen otras actividades que amplían conocimientos como las que tienen que ver con la informática, fotografía, manualidades, costura o bordados. Esta oferta ocupacional comprende anualmente la puesta en marcha de más de 825 actuaciones.