La piscina de verano de San Roque abrió sus puertas el pasado 3 de junio. Fue la primera de Castilla-La Mancha en hacerlo. Desde entonces han sido miles las personas que han pasado por las instalaciones. Entre el jueves y el domingo pasados, se registraron dos mil usuarios diarios, lo que constituye un dato extraordinario, consecuencia de la ola de calor.

El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, acompañado de los concejales de Deportes y de Medio Ambiente, ha visitado la piscina esta mañana y ha informado de las obras de mantenimiento que se han realizado en las mismas. Valoradas en unos 60.000 euros, han consistido en la adecuación del acceso a personas con discapacidad física en dos de los vasos, concretamente, en la piscina olímpica y en la conocida como “L”. Para ello, se han instalado dos grúas. Además se ha mejorado el perímetro de los mismos, con la instalación de pavimento antideslizante, se han plantado 200 m² de pradera de césped, se han colocado diversas sombrillas y nuevos bancos y se han renovado parte de los vestuarios.  

A estas mejoras se suma la apertura, a partir del próximo lunes, de un servicio de ludoteca, de préstamo de libros y de hemeroteca.

El alcalde ha informado de que, aunque en la última Junta de Gobierno Local se aprobaron los pliegos de condiciones correspondientes al concurso para la gestión del bar-restaurante de la piscina, el procedimiento tardará un tiempo en resolverse. Por este motivo, durante esta temporada de verano, se ha abierto un quiosco en el que se venden los artículos más demandados por parte de los usuarios, tales como refrescos, helados o bocadillos.

El Ayuntamiento de Guadalajara, a raíz de los informes técnicos, ha procedido también a la poda de algunos chopos cuyas ramas representaban un riesgo, por posible caídas, para los usuarios y trabajadores de las instalaciones. El alcalde ha señalado, no obstante, que se sigue adelante con el compromiso de que, por cada árbol que sea necesario talar, el Ayuntamiento de Guadalajara plantará dos. Hoy la ciudad cuenta con más masa arbórea que hace diez años.

La piscina dispone también de vigilancia privada durante sus horas de apertura y con un dispositivo de seguridad para la prevención de actos vandálicos en la misma durante las horas de cierre.