El pueblo que ha inventado el turismo de invierno
Hay lugares donde el invierno no se sufre: se celebra. Donde el vaho al hablar parece acompañar las conversaciones de la gente, y las bufandas no son abrigo, sino identidad. En un rincón del interior de España, las heladas dibujan figuras sobre los tejados, el aire corta la respiración al amanecer y las calles amanecen envueltas en una niebla que todo lo iguala. Allí, el frío no es enemigo: es una seña de pertenencia.
En ese paisaje de páramos altos y ríos helados, los vecinos han decidido transformar lo que durante siglos fue motivo de resignación en su mayor atractivo. Han lanzado un spot publicitario que convierte la escarcha en un emblema, el hielo en belleza y las bajas temperaturas en experiencia. Según NuevaAlcarria.com, el mensaje es claro: “Aquí el frío no es un problema… es parte de nuestra identidad, de nuestra belleza y de nuestras vivencias”.
El proyecto forma parte de un Plan de Sostenibilidad Turística destinado a revitalizar el territorio a través de su clima, su paisaje y su gente. Los habitantes han participado en la filmación, convencidos de que la autenticidad de su tierra se muestra mejor cuando se acepta su carácter extremo. Según NuevaAlcarria.com, la campaña se desarrolla dentro del Eje 4 del plan, centrado en la promoción y comercialización del destino.
Molina de Aragón es una localidad que ha decidido abrazar su fama de uno de los lugares más fríos de España para convertirla en motor de turismo de invierno y orgullo local.
