Este año, el desfile tuvo como temática central  Madre Tierra, un tributo a la naturaleza y sus elementos, que envolvió a todos los presentes en un ambiente mágico y lleno de ilusión.

Ambiente
El ambiente festivo se percibía desde primera hora de la tarde. Familias enteras se acercaban para ocupar los mejores lugares en las calles por donde pasaría el desfile. Cientos de niños, con los ojos brillantes de emoción, se preparaban para vivir uno de los momentos más esperados: la lluvia de caramelos que las carrozas lanzan durante el recorrido. Mientras tanto, los adultos no podían evitar sonreír al ver el entusiasmo de los más pequeños, recordando quizás sus propios días de infancia en estas fiestas.

    El desfile de este año no decepcionó. Cinco impresionantes carrozas, acompañadas por una decena comparsas, llenaron las calles con una explosión de color, música y creatividad. Cada carroza y comparsa estaba cuidadosamente diseñada para rendir homenaje a diferentes aspectos de la Madre Tierra. El desfile no solo era un espectáculo visual, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar y proteger el planeta.

    Encabezando la comitiva, la Policía Local aseguraba que todo transcurriera con normalidad, mientras la primera comparsa, Planetas, con el majestuoso Planeta Tierra formando parte de los 8 planetas del Sistema Solar, y el ballet de Los 4 Elementos, marcaba el tono del desfile. El público, maravillado, observaba cómo los artistas recreaban los movimientos del fuego, el agua, el aire y la tierra en una coreografía que parecía conectarlos directamente con los elementos naturales.

Flora y fauna
A continuación, llegó la comparsa de Esferas de Colores, seguida por los imponentes hinchables de animales salvajes. Las risas y exclamaciones de los niños se escuchaban a lo largo de todo el recorrido mientras estos enormes animales inflables pasaban sobre sus cabezas. El Ballet de Animales de la Sabana fue uno de los momentos más aplaudidos. Los bailarines se movían al ritmo de la música, recreando la vida en la sabana africana.

    La Carroza El Manantial, que contaba con un imponente león, una cebra, una jirafa y un hipopótamo, dejó boquiabiertos a los más pequeños, quienes no podían apartar la vista de los majestuosos animales. Al ritmo de tambores, la comparsa de Reptiles llegó poco después, acompañada de cocodrilos que, con movimientos mecánicos, parecían cobrar vida ante los ojos de los espectadores.

    El siguiente en aparecer fue el Ballet de Plantas, Árboles y Flores, que trajo un soplo de aire fresco y verde al desfile. Los bailarines, con disfraces llenos de detalles vegetales, simbolizaban la importancia de la flora en el ecosistema. La carroza Árbol destacó por el tamaño y realismo de sus elementos que la acompañaron haciendo que los espectadores sintieran que estaban caminando por un bosque encantado con personajes transformados en árboles gigantes.

Reino Marino e Insectos
El desfile continuó con una atmósfera marina. Animales marinos dominaban el panorama mientras las comparsas bailaban al ritmo de canciones alegres, con coreografías que imitaban el movimiento de las olas. La Carroza Marina, con un pulpo, un delfín y un tiburón y medusas ejecutadas sobre soportes de paraguas fue otro de los atractivos. 

    El bloque de insectos tampoco pasó desapercibido, presidido por un escorpión gigante. Las comparsas de mariposas y abejas, con sus trajes vibrantes y llenos de vida, llenaron el ambiente de movimiento y color. Los hinchables de insectos gigantes, una araña, una abeja, una mariquita, y un saltamontes iban sucediéndose.  Mientras que los niños tocaban sus tentáculos, una hormiga sobrevolaba las cabezas de los asistentes, mientras los bailarines, vestidos como abejas y colmeneros, bailaban al son de una animada Batukada. 

    La Carroza Escorpión, adornada con una gran araña, impresionó a todos los presentes, haciendo que algunos niños se taparan los ojos, aunque la curiosidad siempre ganaba y volvían a mirar fascinados el espectáculo.

Carroza de las flores
Finalmente, la Carroza de las Flores, con una abeja y un colmenero, cerraba el desfile de una manera apoteósica, al son de una adaptación de la canción la abeja Maya, a cargo de las Burbutrizes, con referencias a La Alcarria. Las flores y colores que decoraban la carroza parecían representar el florecimiento de la naturaleza misma, mientras las comparsas y el ballet que las acompañaban invitaban a todos a bailar y disfrutar del momento.  Una batucada cuyos componentes iban ataviados de abeja, Protección Civil. Policía Nacional y el servicio de limpieza,  limpiando la calzada a su paso, cerraban la comitiva. 

    El Desfile de Carrozas de este año no solo fue una celebración visual y artística, sino también un mensaje de esperanza para las nuevas generaciones. La temática de la Madre Tierra, con sus comparsas dedicadas a los animales, plantas y elementos, nos recordaba la importancia de proteger nuestro planeta. Al ver a cientos de niños correr detrás de los caramelos y seguir con admiración cada carroza, es fácil imaginar un futuro en el que el respeto por la naturaleza esté más presente que nunca.

Magia
Las Ferias y Fiestas de la Virgen de la Antigua han comenzado de la mejor manera posible, con un desfile lleno de ilusión, magia y un profundo respeto por la Madre Tierra. Los próximos días estarán llenos de más celebraciones, pero, sin duda, el Desfile de Carrozas será uno de los momentos más recordados por todos los que tuvieron la suerte de presenciarlo.

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