Elena de la Cruz tenía 44 años y amplia experiencia en el panorama político local, provincial y regional. Pero también en el profesional, pues fue directora de la Escuela de Arte de Guadalajara hasta que el presidente Emiliano García-Page confió en ella para gestionar asuntos tan vitales en la provincia como el trasvase Tajo-Segura, las carreteras o las depuradoras.De su etapa en la docencia dejó un gran recuerdo por su extraordinario trabajo. El cariño quedó patente en el momento de su fallecimiento cuando de manera espontánea e inmediata una foto suya y numerosos ramos de flores se depositaron en la Escuela de Arte que desde ahora nos recordará para siempre a Elena, fallecida el pasado 4 de abril.
   En la pasada legislatura, De la Cruz formó parte del Grupo Municipal Socialista de la capital guadalajareña, un puesto desde el que se ocupó de las cuestiones relacionadas con el urbanismo. También fue diputada de la institución provincial.
  Anteriormente había sido delegada de Empleo, Igualdad y Juventud de la Junta de Comunidades, cuando estaba al frente de ella José María Barreda.
  En las últimas elecciones municipales de mayo de 2014 era la número 2 de la lista socialista al Ayuntamiento capitalino, cargo al que renunció para asumir las responsabilidades de la Consejería de Fomento.
  Todo este bagaje político estaba respaldado por una impecable carrera profesional. Era licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, en la especialidad de Diseño; y en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid, en la especialidad de Edificación. También ejerció como profesora de Secundaria y fue también directora de la Escuela de Arte de Guadalajara, puesto que dejó aparcado para afrontar su reto en la política regional.