Los embajadores de Raíz Culinaria quieren dar a conocer el excelente turismo gastronómico a Guadalajara, la región, España y el mundo. “Todos a una”, como en Fuenteovejuna, unieron fuerza en Fitur, compartieron sus mejores recetas, sus mejores tapas, en el espacio showcooking de Castilla-La Mancha.

Lo demostraron en la Muestra gastronómica de la provincia de Guadalajara que se realizó con la colaboración de la Federación regional de Empresas de Hostelería y Turismo y en el espacio showcooking de Raíz Culinaria. 

Estamos hablando de los mejores chef de la región. Voy más allá. de España. Suena demagógico, pero es que la ilusión, la felicidad que produce probar un plato o un pincho en uno de los muchísimos restaurantes de la provincia hace que me salte los principios adquiridos en cinco años de carrera. Lo siento, me vuelvo a saltar la disciplina del periodismo para tirar hacia el terruño. Allí, todos de la mano, demostraron que la excelencia culinaria provincial es la mejor. Los chef Mario de Lucas, del restaurante La Duquesa de Guadalajara; Carlos Gumiel, del restaurante Biosfera; Nacho Padín, del restaurante Fardel de Guadalajara; pastelería Fátima Gismero, de Pioz; Enrique Pérez, restaurante El Doncel de Sigüenza; Domingo Martín, de La Sastrería, que hizo un show de cócteles… Son infinidad de representantes del buen sabor. Sólo unos pocos fueron los privilegiados de estar allí.

Mario de Lucas, del restaurante La Duquesa, de Guadalajara, perteneciente al Grupo Lino de Guadalajara, presentó en Fitur sus tapas de bacalao, cordero, un dulce de Fátima Gismero, “estamos representando nuestro producto, nuestra gastronomía, en un día tan importante como es el de hoy, el de Guadalajara”.

Su plato especial lo explica a Nueva Alcarria: “Un taco de bacalao que confitamos con romero, y lo ponemos con un pisto de invierno, que es un pisto reducido y concentrado de sabor, con un pilpil de azafrán, con el que cubrimos un poco el taco y queda muy jugoso”.

El chef Enrique Pérez viene del restaurante El Doncel, de Sigüenza. “Hemos hecho algo de nuestra tierra, una costillita de un cerdo a baja temperatura, simplemente deshuesadita, con un superalimento, con un poquito de cereal y una miel que hemos ahumado –hemos utilizado la encina como elemento ahumador- lo hemos diluido, dejado fundir, y lo hemos dado ese toque ahumado donde caramelizamos esa costilla que le da un sabor ahumadito, picante a la vez que dulce, con reminiscencias a los sabores árabes de nuestras raíces”.

El chef Carlos Gumiel, de Biosfera, de Guadalajara, nos explica el secreto de su tapa de ciervo: “Se ha hecho una minihamburguesa, que lleva un aliño de miso, una soja fermentada blanca, se pone el pan, se mete una mantequilla con café y con el mismo miso, carne de miniburguer, con una crema de polen fresco”.