En el Jueves Santo, cuando aún no había accedido a su templo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, la Cofradía de la Pasión del Señor se preparaba para iniciar su recorrido procesional partiendo desd ela iglesia de Santiago, protagonizando una de los eventos más vistosos de la Semana Santa guadalajareña. No en vano esta cofradía es la que cuenta con mayor núero de penitentes, cerca de 850, que durante su historia han realizado un importante esfuerzo por mantener y embellecer su patrimonio para procesionar en Semana Santa. 

Para esta ocasión llevó tres pasos, el del Cristo de la Expiración del Silencio, llevado a hombros por cinco cargadores que pueden ser mujeres u hombres, el de Nuestra Señora de la Piedad, portado también a hombros sólo por 40 mujeres y, la imagen titular, el Cristo de la Pasión, llevado igualmente en exclusiva por 40 hombres.

En una noche repleta de espectadores y con temperaturas más que suaves, el paso de Jesús de la Pasión desde la Iglesia de Santiago se produjo con una maniobra arriesgada y muy bien ejecutada. Los cargadores han de ponerse incluso de rodillas para salvar la diferencia de altura de la nave central de este templo y llegar a la calle. Poco a poco, con sus pequeños movimientos de rodillas, lograron salvar la pendiente de la iglesia y la estrechez de la puerta. 

En todo su recorrido, que se prolongó sobre las 02.00 de la noche, estuvieron acompañados por el grupo de tambores de la propia cofradía. 

En esta ocasión el Jueves Santo salieron con túnica morada, cordón amarillo, capuchón blanco con cruz morada y guantes color marfil. En la de esta noche, Viernes Santo, lo harán en la Procesiónd el silencio con capuchón negro con cruz amarilla y guantes negros.