El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible y la Consejería de Igualdad, inicia en Guadalajara la entrega de kits de ahorro y eficiencia energética en el hogar a mujeres víctimas de violencia de género en situación de vulnerabilidad.

El proyecto, desarrollado en colaboración con la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), busca mejorar el confort y el bienestar en los hogares de estas mujeres, incrementar el conocimiento acerca del ahorro, la eficiencia y el consumo y reducir costes en la factura de la luz.

Los kits, que serán distribuidos a través de los Centros de la Mujer de la provincia, se componen de diverso material, entre los que se encuentra un panel solar ultraligero, una batería solar, burletes o material aislante. Asimismo, los kits van acompañados de una guía informativa para el correcto uso de los distintos elementos.

La delegada de Igualdad, Sonsoles Rico, ha recibido de manos del delegado de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio, el material que comenzará a distribuirse a los Centros de la Mujer de la provincia de Guadalajara para que procedan a ser entregados a las mujeres que participan en esta iniciativa. Se trata de “una muestra más de la transversalidad de género que se lleva a cabo desde el Gobierno de Castilla-La Mancha. Con la entrega de estos kits energéticos que nos hace la Consejería de Desarrollo Sostenible pretendemos ayudar a mujeres víctimas de violencia de género que presentan cargas familiares, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad”, ha indicado Rico.

Por su parte, Tenorio ha valorado muy positivamente la puesta en marcha de esta campaña, con la que “ayudamos a mujeres víctimas de violencia de género en situación de vulnerabilidad, al tiempo que incentivamos el cumplimiento de algunos de los objetivos marcados en la Agenda 2030”.

Esta iniciativa se enmarca en el Ley 3/2019, de 22 de marzo, del Estatuto de las Personas Consumidoras en Castilla-La Mancha, y está encaminada a la protección frente a la vulnerabilidad y la pobreza energética, a la vez que se insta a las personas consumidoras a asumir responsabilidades en cuanto a la utilización de recursos energéticos, sostenibles y renovables. Esta actuación cuenta además con el apoyo económico de los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en el ámbito de la Agenda 2030 y el Consumo.