“Hay que volver a llevar a los pueblos la música en directo, los espectáculos y las risas”
En la provincia de Guadalajara, un verano sin las fiestas de los pueblos no es verano. Sus vecinos ya los saben porque ya lo han vivido. Por eso nadie quiere oír hablar de un segundo periodo estival igual. Y menos Manuel González Martínez, gerente de PACME Espectáculos, una de las principales empresas del sector de la contratación y producción de eventos para fiestas patronales. Por eso se han adaptado, para que dependiendo de los protocolos sanitarios a seguir en cada situación, puedan celebrarse eventos. Sus clientes, los ayuntamientos principalmente, tienen tantas ganas como ellos.
¿Cómo se encuentra ahora mismo el sector de la producción de espectáculos?
Pues estamos en febrero de 2021 y llevamos con la actividad parada, y en gran parte prohibida, desde el 14 de marzo de 2020. Durante este tiempo se ha pasado por diferentes etapas en las que, como sector, hemos tenido pocas variaciones y hemos podido trabajar muy poco o prácticamente nada. Si comparamos la facturación de 2019, que fue un año normal, con la de 2020, se queda en un 5 o un 10%. Se habla mucho de la hostelería, que también está muy mal, pero han pasado por épocas en las que han trabajado, como el verano o las Navidades, en las que han trabajado muy bien, e incluso ahora pueden seguir trabajando algo. Nosotros, nada, con teatros y salas de interiores cerradas.
El verano pasado fue devastador entonces.
Durante el verano pasado se pudo trabajar algo haciendo lo que se llaman actividades culturales, en un porcentaje muy pequeño, claro. Cumplíamos con todos los protocolos sanitarios y fueron actos completamente seguros, pero el miedo de muchos de nuestros clientes, principalmente ayuntamientos y asociaciones, impidió que hiciéramos más. Así que aún pudiéndose hacer cosas, excepto cuatro ‘valientes’ nadie se atrevió.
¿A cuántas personas afecta esta situación del sector?
Pues estamos hablando de unas 300.000 personas de manera directa, que ascienden a 700.000 si contamos también los empleos indirectos. Hay mucha gente, muchas empresas y autónomos que a su vez que trabajaban paralelamente al sector y que también están afectados con la situación que hay.
¿Cómo se puede vivir todo un año sin ingresar prácticamente nada?
Pues muy mal. Haciendo prácticamente economía de guerra y tratando de subsistir con los pocos ahorros que teníamos. Pero es que tú imagínate las empresas que acabaran de hacer una inversión importante justo antes del parón, con equipos de sonido, camiones escenario, naves, oficinas… Todo eso está parado sin poder utilizarse.
Y las ayudas, ¿están llegando?
Pues de las tan ansiadas ayudas directas que llevamos pidiendo desde hace un año no sabemos nada. Lo único que hemos tenido son préstamos ICO que estaban avalados en gran parte por el Estado, pero que no dejan de ser préstamos y dentro de dos o tres meses tendremos que empezar a devolver, salvo que podamos acogernos a las moratorias y carencias propuestas. Igualmente, habrá que devolverlos dentro de un año. Las pocas ayudas que hemos tenido han sido un poco de la Junta, un poco del Ayuntamiento y parece que también llegarán algunas de Diputación. Pero a una empresa que ha facturado el 5% de lo que debería, con una ayuda de 2.000 ó 3.000 euros no subsiste. Todo es bienvenido, pero nada tiene que ver estas ayudas con las ayudas estatales que están dando en otros países de la UE. No queremos que nos regalen nada, pero las empresas que ahora lo estamos pasando tan mal somos las que dentro de unos meses tenemos que ponernos a generar trabajo y a empujar para sacar al país de la crisis, y si llegamos sin ayuda a esa situación, no sé cómo lo vamos a hacer.
Eso suena a una total incertidumbre.
Estamos en febrero ahora y la situación sanitaria es catastrófica. A ver cómo está la cosa cuando creemos que podremos volver a hacer cosas, esperamos que esta primavera-verano. Entonces habrá que centrar en la puesta en marcha de las empresas, con sus equipos de sonido, camiones, maquinaria que lleva un año parada y que habrá que ver en qué estado está. Eso también requerirá un dinero que ahora mismo las empresas no tienen y no saben de dónde lo van a sacar. De ahí las ayudas directas de las que te hablo, porque los ERTE casi no han tenidos trascendencia en un sector en el que prima el personal discontinuo o eventual como músicos, técnicos de sonido, etc.
Con todo esto, ¿se puede mirar a la temporada con esperanza?
Queremos ser optimistas, porque pensamos que lo peor de la pandemia ya ha pasado, pero queda lo peor del virus económico por llegar. Pero somos positivos porque por un lado están las vacunas, que hace unos meses no teníamos y aunque vayan lentas esperamos que se aceleren y lleguemos al verano en una mejor situación. Además, hay un tipo de evento que se podrán llevar a cabo seguramente en uno o dos meses, en sitios aforados con control de entrada y salida y con protocolos muy estudiados. Por eso instamos a nuestros clientes a que se atrevan a programar actividades culturales tipo teatros de comedia, monólogos, musicales, actividades infantiles, tributos… Cosas que se pueden ver como si estuviéramos en un teatro con la ventaja de estar al aire libre.
Pero si se puede trabajar con menos restricciones, mejor.
Claro. Esperamos que, si va avanzando la vacunación, esas restricciones se puedan ir levantando en la segunda parte del verano. A ver si en agosto, septiembre y octubre podemos tener algo que se parezca un poco más a la normalidad, con unas fiestas patronales parecidas a las de antes o con unos protocolos más relajados. Vamos, no pensamos que este verano vayamos a tener las mismas restricciones que el verano pasado.
¿Y los ayuntamientos van llamando y preguntando por sus fiestas?
Desde hace unos meses nos van consultando. Muchos de ellos ya quieren contratar, pero a veces somos nosotros los que les estamos frenando para ver cómo evoluciona todo un poco. Pero cada día que pasa se ponen un poco más inquietos. Hay una tendencia que nos gusta, y es que muchos nos dicen que no saben si podrán celebrar fiestas al uso o no, pero que algo tienen que hacer. Si no pueden ser conciertos o verbenas hasta las seis de la mañana, nos acoplaremos a otros horarios y haremos otras actividades, pero hay que llevar la música en directo, la risa y los espectáculos a los pueblos.
Otro verano sin fiestas de los pueblos sería ya para morirse de pena.
Es que son la alegría de los pueblos. Incluso el verano pasado, cuando se pudo hacer algo, la gente lo agradecía enormemente. Lo necesitan. Por eso es tan importante que los espectáculos lleguen este año a todas partes. Como sea, como nos indiquen los protocolos sanitarios de cada momento, pero que lleguen. Por ejemplo, muchas orquestas están preparando un ‘plan b’ para poder adaptar sus actuaciones a esta situación. Es decir, si antes tocaba cuatro o cinco horas de verbena ahora su actuación será para poder ver en sillas y que dure dos horas, pero con su música en directo y su espectáculo de luces y demás. O si hay que hacer dos sesiones, por cuestiones de aforo, pues se hacen.
Entonces, para finalizar, ¿cuál es el mensaje que manda el sector de la organización de espectáculos?
Pues más allá de las ayudas, que evidentemente necesitamos, la mejor noticia que tendríamos tanto las agencias de espectáculos como orquestas y demás empresas implicadas, es que podamos trabajar. Que los ayuntamientos y demás clientes, de la manera que se vaya viendo, intentar hacer cosas. Porque nosotros vamos a cumplir siempre con todos los protocolos y medidas y vamos a ser los primeros que si vemos que en algo no se cumple, lo vamos a parar, porque somos los primeros y más interesados en que todo lo que se haga se haga con todas las garantías.