Entrepeñas y Buendía despedirán el 2017 a menos del 9,5% de capacidad
“Se hace difícil pedirle algo bueno al 2018, porque sabemos que hoy por hoy no está en la agenda del Gobierno poner solución a esta situación de la única forma en que es posible hacerlo: dinamitando definitivamente el Trasvase Tajo-Segura”, lamenta el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla.
Este año, aún siendo el menos lluvioso de la historia de los embalses, se han trasvasado oficialmente 82,5 Hm3 de agua, dejando Entrepeñas y Buendía a un paupérrimo 9,49% de su capacidad. “Ni las escasas lluvias ni la voluntad de la ministra Tejerina, última responsable de un trasvase ilegal camuflado de cesión entre particulares, han ayudado a mejorar la situación. Por el contrario, para 2018 pintan bastos mientras los agricultores del SCRATS reclaman un trasvase extraordinario”. “Y tan extraordinario, van a trasvasar cieno mezclado con nuestras lágrimas, que es lo único que queda; y pronto pedirán también nuestra sangre”, advierte Pérez Torrecilla.
Tendríamos que remontarnos a 2006 para observar cifras tan bajas, momento en el que se llegó a alcanzar el 9,74% de capacidad hasta que fue recuperándose de nuevo durante el siguiente lustro. Pero desde abril de 2011, último punto álgido, se ha trasvasado “la indecente cantidad de 2.173 Hm3, una auténtica barbaridad que equivaldría a los dos embalses casi llenos por completo. Esto no es cuestión de sequía, sino de saqueo, y así es imposible levantar cabeza".
"El año 2017 nos deja la confirmación de que el Trasvase Tajo Segura y quienes lo gestionan son la mayor vergüenza nacional que tenemos en nuestro país en materia de agua. Nos queda la esperanza de que la Comisión Europea nos ha dado la razón, calificando como insostenible el Trasvase y urgiendo a poner en marcha las desaladoras para las que tanto dinero se aportó desde la propia Unión. Estaremos encantados de recibir la visita de la delegación europea para mostrarles con tristeza el atentado social, ecológico y económico que se está cometiendo en la cabecera del Tajo para beneficio económico y político de unos pocos”.