
ELECTROSHOCK en la Fuente de la Niña
La Fuente de la Niña se convirtió anoche en una auténtica catedral del electro-pop para recibir a Fangoria, el icónico dúo que mezcla nostalgia y modernidad a partes iguales. La velada arrancó con la energía de Marlena, madrileños que han irrumpido con fuerza en el panorama nacional.
FOTOS: RAFAEL MARTÍN
Sus canciones, frescas y cargadas de emoción, sirvieron de prólogo perfecto para preparar el ambiente, confirmando por qué son uno de los proyectos emergentes con mayor proyección.
Pasadas las 11 de la noche, Alaska y Nacho Canut pisaron el escenario. A partir de ese momento, la Fuente de la Niña se convirtió en una pista de baile colectiva. El repertorio de Fangoria, cargado de himnos reconocibles, conectó con un público que coreó cada estrofa.
Sonaron con fuerza títulos como Momentismo absoluto, con la que arrancaron la velada. Le siguió una versión de la clásica Ritmo de la noche. Igualmente versionaron a otro mito de la electrónica , OBK y sus Historias de amor. No faltaron Dramas y comedias, No sé qué me das, Espectacular , sus míticas Perlas ensangrentadas y, cómo no, el clásico inmortal de Alaska y Dinarama A quién le importa, que desató la euforia de miles de gargantas, con la que cerraron el recital.
Alaska, con su presencia magnética y su carisma inconfundible, fue la guía de una fiesta en la que la energía no decayó en ningún momento. Nacho Canut, siempre cómplice desde los teclados y la producción electrónica, completó un tándem que ha sabido reinventarse sin perder su esencia.