El pueblo alcarreño que tiene un trocito de historia de la Alhambra madrileña
El palacio de Xifré se levantó en el paseo del Prado, esquina a la calle de Lope de Vega, frente al Museo del Prado, en Madrid. Se empezó a construir en 1862 y se acabó en tan solo tres años. El resultado: Una auténtica maravilla que enseguida se convertiría en la envidia de todo Madrid.
La casa de este empresario, José Xifré, era como tener un trocito de la Alhambra en pleno Madrid.
La inspiración vino directamente de la maravilla mundial que hay en Granada, con gran influencia de la Mezquita de Córdoba.
El Palacio de Xifré era una de las grandes muestras del neomudéjar madrileño.
Tras pasar a manos de sus herederos, en el 1917 cayó en el abandono.
Un tiempo fue la residencia del Embajador de México. Sin embargo, las obras de modernización acabaron con él.
En los años 40, una inmobiliaria decidió adquirirlo y demolerlo por completo, levantándose en su lugar el edificio de la Delegación Nacional de Sindicatos (hoy Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).
El Palacio de Xifré era tan impresionante que ni siquiera las máquinas demoledoras pudieron acabar del todo con él. Su interior se encuentra repartido por toda España. Esto denota la gran obra de arte que albergaba en su interior.
- Parte del parqué fue adquirido por la embajada francesa.
- La fachada se trasladó a un hotel de Segovia.
- Su escalera principal se instaló en Chiloeches. A pesar de ello, gran parte de esta joya acabaría en la basura, bajo los escombros.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_Xifr%C3%A9