El urbanismo y el modelo de ciudad protagonizaron ayer el cuarto de los foros de debate organizados por la Comisión Gestora de la Agrupación Municipal Socialista de Guadalajara. Las intervenciones de la consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, el portavoz en el Ayuntamiento de Guadalajara, Daniel Jiménez, y la arquitecta y exconcejala de Urbanismo Marina Alba, dieron paso a un coloquio centrado sobre todo en la capital, que sirvió para dejar claro que el PSOE apuesta por un modelo de ciudad sostenible tanto en lo urbanístico como en los ámbitos económico y social.

 

Entre las principales apuestas para alcanzar ese objetivo, quedó de manifestó la necesidad de un liderazgo político desde el propio Ayuntamiento y que la definición del modelo de ciudad no quede tanto en manos de la iniciativa privada, como ocurre ahora, interesada fundamentalmente en impulsar el crecimiento residencial. De este modo, sería necesario “coser” el conjunto urbano resolviendo los huecos que existen, tanto en los centros como en los barrios.

 

Casco histórico

Especial atención mereció el casco histórico, necesitado urgentemente de un plan de revitalización que permita revertir la continua demolición de edificios y recuperar los solares que dejan tras de sí. Para ello, no solo sería preciso fomentar las ayudas a la rehabilitación, sino también adoptar otras medidas, como incentivar el comercio, que contribuyan a mantener la vida en esa zona de la ciudad. Existen fórmulas, como la declaración de Área de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) que se pueden aprovechar para captar fondos públicos. Así lo han hecho otros municipios de la provincia, como Molina de Aragón, que ha movilizado hasta cuatro millones de euros para financiar acciones en esa línea.

 

En este mismo marco, se planteó la obligación de anticipar los nuevos usos que pueden tener edificios emblemáticos que ya se han quedado vacíos o pueden estarlo a corto plazo. Es el caso de la sede de Correos, la antigua cárcel de mujeres y la prisión provincial, el edificio de los juzgados o el propio Mercado de Abastos, que podría convertirse claramente en una oportunidad de dinamización para la zona situándolo como polo de atracción comercial.

 

Jiménez subrayó que todo este proceso debe ser participativo, escuchando las opiniones de los ciudadanos y de los grupos políticos para alcanzar un consenso. En esta tarea, resulta esencial articular y potenciar mecanismos de participación, como los consejos de barrio o el Consejo Social y de Sostenibilidad, que el alcalde, Antonio Román, mantiene inactivo desde que llegó al cargo, en 2007. “Los ciudadanos tienen que estar en el centro de las decisiones”, enfatizó.

 

La revisión de Plan de Ordenación Municipal (POM), paralizado igualmente desde 2009, también ofrece una oportunidad única. El portavoz socialista apuntó que lo esencial ahora es encauzar el desarrollo de la ciudad actual, “más que dibujar nuevas viviendas cuando hay suelo disponible para construir más de 8.000”, y tener en cuenta la realidad socio-económica de las familias a la hora de diseñarlas. Igualmente importante es planificar el diseño de infraestructuras económicamente viables, así como los equipamientos deportivos, culturales y de ocio. “No se trata de pintar primero las casas y luego los equipamientos, aunque no se puedan construir, sino al contrario”, enfatizó.

 

Planificación multidisciplinar

Por eso, sostuvo que la planificación debe hacerse con el asesoramiento de equipos técnicos multidisciplinares –arquitectos, abogados, sociólogos…– que analicen cómo llevar a la práctica la ciudad que quieren los vecinos, teniendo en cuenta las repercusiones económicas y sociales, y manteniendo un observatorio permanente para atender los cambios y afrontar soluciones a los problemas.

 

Los asistentes coincidieron en señalar que el Equipo de Gobierno del PP no ha sido capaz de activar medidas que permitan atraer actividades productivas y generadoras de empleo. Pese a su excelente ubicación, está infradotada en cuanto a suelo industrial, reducido únicamente a los dos polígonos que datan de los años setenta. Desde entonces, no se ha desarrollado ni un solo metro cuadrado más. En todo este tiempo, el único intento se hizo durante el periodo de gobierno del PSOE, que impulsó el polígono del Ruiseñor, paralizado de inmediato por Román, pese que se trataba de una iniciativa innovadora que combinaba la empresa y la investigación, así como la Ciudad del Transporte, que sigue siendo un área de oportunidad pendiente de desarrollar.

 

De hecho, estos últimos diez años se han caracterizado por la ausencia total de un modelo de ciudad y una gestión preocupada tan solo por obtener beneficios particulares –el último ejemplo ha sido la ampliación de la clínica donde trabaja el alcalde–. “Han sido diez años perdidos, que no se han aprovechado para sentar las bases de la ciudad que queremos para los próximos 15 ó 20 años”, afirmó Jiménez. El resultado es que se ha producido un estancamiento reflejado de manera muy gráfica en la población ante la falta de oportunidades para vivir y trabajar, después de haber aumentado hasta un 25% durante los 20 años anteriores.  

 

Medio ambiente

El debate no dejó de lado tampoco aspectos como el medio ambiente, en el que los progresos han sido igualmente escasos. Así, los parques y jardines se riegan aún con agua potable y no ha habido ningún avance para utilizar los residuos como fuente de energía, pese a que para luchar contra el cambio climático tan importante es optimizar el uso de los recursos como reducir las emisiones contaminantes. En realidad, lo que ha habido en este campo son retrocesos, motivados por decisiones como la modificación de las líneas de autobuses, que ha afectado de manera muy negativa a la movilidad y ha ocasionado la pérdida de casi un millón y medio de usuarios y el consiguiente aumento del uso de vehículos privados.