El Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), dispone ya de un aseo adaptado para personas con ostomías tras acometerse una profunda renovación de la zona de baños situada en la planta baja, frente al salón de actos del centro.

Con la puesta en funcionamiento de este baño se da cumplimiento a la petición de la Asociación de Personas Ostomizadas de Castilla-La Mancha para poder disponer de aseos adaptados en los principales edificios públicos.

El delegado de la Junta en Guadalajara, Eusebio Robles, ha mostrado su satisfacción por dar cumplimiento a “un compromiso que adquirió el Gobierno regional con las personas ostomizadas y el SESCAM ha sido proactivo a la hora de ponerlo en marcha”. El delegado, que ha visitado la instalación junto a representantes de la Asociación de Ostomizados de Castilla-La Mancha, ha recordado que además “el nuevo Hospital, que será una realidad en pocos meses, dispondrá de baños adaptados y con ello mejoraremos la capacidad de acceder a un servicio fundamental para las personas ostomizadas”.

Durante la visita, a la que han asistido la delegada provincial de Sanidad, Margarita Gascueña, y representantes de la Gerencia del Área Integrada de Guadalajara, también han podido conocer propuestas y peticiones por parte de la Asociación.

En representación de ésta, Juan Julián Gómez e Isabel Fuertes han mostrado su agradecimiento por la puesta en marcha de este baño adaptado que constituye “un paso de gigante” para las personas ostomizadas de la provincia. Este logro, han destacado, se suma a la creación hace dos años de una consulta específica de Ostomías y a la celebración de jornadas anuales en el Hospital para dar a conocer la realidad y necesidades de las personas ostomizadas, acto que no ha podido celebrarse este año debido a la pandemia.

Asimismo, han tenido un recuerdo para el anterior presidente, Enós Tomás Pastrana, fallecido el pasado mes de mayo, “un gran luchador” para lograr mejoras como la adaptación de los aseos públicos a las necesidades de las personas ostomizadas y en general para la atención y cuidado a estas personas.

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha destinado 20.945,71 euros para esta actuación que ha consistido en la reforma de los tres baños de esta zona, que se han renovado completamente para disponer de aseo masculino, aseo femenino y un tercer aseo adaptado para personas con discapacidad y con ostomías.

Este último baño cuenta con un aparato sanitario específico que se sitúa a la altura del estoma para facilitar el vaciado de la bolsa. Asimismo, dispone de un punto de agua con ducha higiénica para poder realizar el lavado de la misma, así como un dispensador de jabón y papel higiénico cerca del aparato sanitario y una estantería que permite el apoyo del material necesario para llevar a cabo el cambio de bolsa.

Mejorar la atención y el cuidado

En España hay actualmente más de 70.000 personas ostomizadas y cada año se producen más de 13.000 nuevos casos. En Guadalajara se realizan anualmente alrededor de un centenar de ostomías entre cirugías de colon e ilion y ostomías urológicas, de manera que la práctica de cirugías que implican la necesidad de hacer una ostomía es relativamente frecuente.

La práctica de una ostomía puede deberse a problemas como cáncer de colon y recto, diverticulitis con peritonitis intensa, traumatismos graves por accidentes, tumores complejos del ano, colitis ulcerosa complicada o Síndrome de Crohn, entre otras causas.

El estoma es una abertura natural o creada quirúrgicamente para unir una cavidad corporal con el exterior. Una ostomía consiste en exteriorizar el intestino en la pared del abdomen para poder evacuar los desechos que produce el cuerpo humano en un dispositivo en forma de bolsa debido a un problema médico.

Las personas ostomizadas tienen grandes preocupaciones a la hora de llevar una vida normal. Éstas están relacionadas, sobre todo, con el temor a posibles fugas y olores a través de la bolsa, que debe ser vaciada con frecuencia para evitar su saturación.

En este sentido, necesitan acceder a aseos o baños de forma rápida para vaciar o cambiar las bolsas, y los baños tradicionales implican dificultades para llevar a cabo la operación de una manera higiénica y cómoda y riesgo de salpicaduras y fugas, lo que en muchas personas ostomizadas motiva que no salgan de casa y eviten una vida social activa.