El bosque de Valdenazar descubrirá todos sus secretos durante dos jornadas
Una vasta superficie de 43 hectáreas de superficie que colinda con el campo de golf de Valdeluz y cuya propiedad corresponde al Ayuntamiento de Yebes en virtud de las cesiones que se contemplaron en el Plan Parcial del sector 1 del POM de Yebes. Que presenta un impecable estado de conservación gracias a que su morfología y hábitat apenas se han visto alterados por el factor humano, lo que ha permitido que haya llegado casi intacto hasta nuestros días. Con tres especies arbóreas dominantes como son el quejigo, la encina y el álamo negro. Una flora compuesta por una veintena de arbustos y plantas, a la que hay que sumar una docena de especies de mamíferos, otras tantas de anfibios y reptiles y cerca de una treintena de aves. Es el bosque de Valdenazar, un magnífico ejemplo de bosque mediterráneo que desde hace más de tres años se ha convertido en un lugar de esparcimiento para cientos de personas.
Con el fin de dar a conocer los secretos de este paraje natural, el Ayuntamiento de Yebes invita a los vecinos, visitantes y curiosos a conocer en dos jornadas los entresijos de Valdenazar. La primera se celebrará el próximo sábado 27 de mayo a partir de las 11 h de la mañana, con el punto de partida en la zona recreativa que se ubica en el acceso al bosque. “Si algo hemos conseguido en estos tres años ha sido ordenar, controlar y regular los usos idóneos de un espacio protegido que hasta entonces no se respetaban”, aprecia Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente. Al margen de los valores endógenos que tiene este espacio, con el proyecto que ha desarrollado el Ayuntamiento de Yebes se ha logrado revalorizar el entorno y los recursos necesarios para su conservación.
Junto con la regulación y control de los accesos, “que brillaban por su ausencia y se vulneraban de forma sistemática”, se ha prohibido de forma expresa el uso de vehículos a motor y se ha puesto fin a determinadas prácticas abusivas y dañinas, “como las escombreras que proliferaban en algunos puntos y que hoy son zonas de repoblación”, explica el edil. La intervención física ha sido respetuosa con las directrices recogidas en la normativa urbanística que regula el uso de esta zona verde y que preveía medidas de protección y condiciones de desarrollo, con el fin de no alterar el valor paisajístico y medioambiental de Valdenazar. Esta norma de aplicación define el uso característico de este monte como un espacio libre público y sin cargas urbanísticas que ‘(...) es necesario preservar basándose en el principio de mínima intervención’. A excepción de la ruta viaria para senderistas que discurre por el corazón del bosque, el resto de los usos están expresamente prohibidos.
La jornada del sábado 27 de mayo comenzará con una explicación divulgativa a cargo de los miembros de la Asociación ‘Micorriza’ sobre el bosque de Valdenazar, su historia y los elementos singulares que definen las señas de identidad de este paraje. A continuación, los participantes se adentrarán en la espesura para seguir la ruta interpretativa por el sendero que está convenientemente señalizado. Con paradas significativas lo largo del recorrido, como en la zona de la carbonera, el mirador situado en la zona meridional, el bosque de ribera que crece en las riberas del arroyo Valdarachas o el ramal paralelo que conduce al manadero de la fuente del valle de Alcohete. Vidal Gaitán llama la atención sobre los dos hábitats íntimamente ligados que coexisten en Valdenazar y que están claramente diferenciados: por un lado, el quejigar con vegetación típicamente mediterránea y adaptada a un ambiente más seco, y por el otro el ecosistema del cauce que lo atraviesa. “Esta diversidad convierten a este bellísimo paraje natural en una pequeña reserva botánica cuya conservación y mantenimiento inalterable nos corresponde a todos los que la disfrutamos”, asegura Gaitán.
Pero además de constituir un verdadero pulmón verde, Valdenazar es un oasis que es aprovechado por decenas de especies de vertebrados de todo tipo, que lo utilizan bien como refugio, lugar de caza, reproducción o, simplemente, como reposadero en sus migraciones anuales. En los paseos es habitual toparse con ejemplares de corzo, jabalí o zorros, “aunque de vez en cuando surge una sorpresa entre los quejigos”. El concejal de Medio Ambiente se refiere a un magnífico ejemplar de tejón, que ha sido avistado recientemente en el bosque y que es uno de los animales más cautelosos de este paraje.
Esta actividad de educación ambiental organizada por el Ayuntamiento de Yebes y la Asociación ‘Micorriza’ finalizará con un taller de huellas. La segunda jornada tendrá lugar el próximo sábado 17 de junio, en la antesala del verano.