El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ha firmado un decreto a última hora de la tarde del lunes por el que las banderas de la Casa Consistorial ondearán a media asta desde el martes 31 de marzo y hasta nueva disposición.

Esta decisión, motivada por “el gran número de fallecimientos producidos en el contexto de la crisis sanitaria consecuencia de la pandemia del virus COVID-19”, refleja el recuerdo de toda la ciudad de Guadalajara hacía “los difuntos y quienes puedan tener tan fatídico desenlace”. Al mismo tiempo es “testimonio de dolor y solidaridad del Ayuntamiento ante el sufrimiento de afectados y familiares de las víctimas.

El decreto ha sido comunicado antes de su firma al resto de grupos políticos de la ciudad que han decidido apoyarlo. No se trata de una declaración oficial de luto pero sí de una “medida simbólica”con la que expresar “la inmensa gratitud y sincero homenaje al personal sanitario, y de reconocimiento especial a quienes garantizan el funcionamiento de los servicios en esta situación excepcional, así como a la ciudadanía guadalajareña en general por su esfuerzo y colaboración”.