El subdelegado del Gobierno de España en la provincia de Guadalajara, Ángel Canales, y el comisario jefe de la Comisaría de Policía Nacional, José Arroyo, han informado esta mañana de la detención de dos individuos, de 27 y 22 años, acusados de perpetrar hasta 15 delitos de robo con violencia e intimidación -principalmente en salones de juego, locutorios y también establecimientos de hostelería-, así como pertenencia a grupo criminal.

La Operación Dalí, desarrollada por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Guadalalajara, se inició el pasado mes de mayo, a raíz del robo con violencia e intimidación en el que fue sustraída la recaudación de un salón de juego de la capital, cuyos dueños sufrieron heridas de diversa consideración.

Aunque robaron en diferentes tipos de establecimientos, los presuntos autores fueron cambiando los objetivos para obtener un mayor beneficio económico, centrándose principalmente en salones de juego y locutorios -en los que se mueve un mayor volumen de dinero-, con un estudio pormenorizado y riguroso de los establecimientos, llegando incluso a repetir en algunos de ellos. Se estima que el botín obtenido supera los 50.000 euros.

Aunque operaban fundamentalmente en la ciudad de Guadalajara, para no ser detectados y dificultar la labor policial, también extendieron su actividad delictiva a otras poblaciones de la provincia, tales como Azuqueca de Henares y El Casar, así como en alguna otra localidad limítrofe de Madrid, como Alcobendas y Algete.

Los detenidos fueron perfeccionando su “modus operandi” con labores de vigilancia de los establecimientos, incluso en alguna ocasión se hicieron pasar por clientes para recoger información sobre la localización del botín y minimizar riesgos y tiempo de actuación. Para perpetrar los hechos delictivos mantenían un reparto claro de funciones y no dudaban en actuar con extrema violencia, utilizando un cuchillo de grandes dimensiones tipo machete. De hecho, se detectó un aumento de la agresividad hacia las víctimas a medida que se sucedían los atracos.

La coincidencia de características muy similares en su ejecución hizo pensar a los investigadores que podría tratarse de los mismos autores. Dadas las dificultades para identificarlos, ya que empleaban guantes para evitar dejar huellas y pasamontañas o prendas similares para evitar ser reconocidos, la investigación se centró en establecer un patrón común a todos ellos y detectar indicios que permitieran encauzar las pesquisas.

Tras realizar un estudio de los robos con violencia e intimidación cometidos a lo largo del año 2019, y examinar de forma exhaustiva las imágenes disponibles de las cámaras de seguridad de los distintos establecimientos atracados, así como por las declaraciones de las víctimas, los investigadores llegaron a la conclusión de la existencia de un grupo criminal, asentado en la ciudad de Guadalajara y dedicado a perpetrar este tipo de hechos delictivos.

Una vez establecido un patrón común se procedió a elaborar un dispositivo tendente a lograr su identificación y averiguar su domicilio. El operativo culminó con éxito con la detención de los dos individuos el pasado día 22 de enero, adelantándose en unas horas ante los indicios de que se disponían a cometer otro delito. Una vez detenidos, fueron puestos a disposición judicial y se encuentran actualmente en prisión. No obstante, la operación sigue abierta y no se descartan más detenciones.

El subdelegado del Gobierno ha querido expresar su agradecimiento y felicitación a todos los agentes que han participado en esta operación, así como al conjunto de la Comisaría de Policía Nacional “por el trabajo que desarrollan día a día para que nuestras calles sigan siendo seguras y por su labor concienzuda y rigurosa para perseguir el delito”.

Relevo en la Comisaría

Por otro lado, a preguntas de los periodistas, el comisario jefe de la Policía Nacional de Guadalajara, ha confirmado que en los próximos días dejará este destino, en el que se encuentra desde abril de 2017, para incorporarse a la Brigada de Investigación del Banco de España (BIBE), unidad encargada de la investigación de delitos relacionados con la falsificación de moneda.

Canales ha querido manifestar también públicamente su reconocimiento personal y en nombre del Gobierno de España por el trabajo desarrollado durante este tiempo por el comisario Arroyo, y le ha deseado el mayor de los éxito en su nueva responsabilidad.