Perú está sufriendo las peores inundaciones en décadas, con graves consecuencias para su población y las infraestructuras del país. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), 78 personas han muerto y más de 643.000 se han visto afectadas, incluyendo más de 70.000 que han perdido sus hogares. Las inundaciones, que comenzaron hace escasos días, han producido desbordamiento de ríos, deslizamientos de tierra, que han destruido cultivos, edificios y carreteras.

Por el momento, Cruz Roja Española ha movilizado a la zona a un delegado desde Bolivia para identificar intervenciones y necesidades que ayuden a las personas afectadas a recuperar sus medios de vida. Además, la organización ha activado su Fondo de Emergencias con una dotación inicial de 30.000 euros a la Cruz Roja Peruana para apoyar las acciones de evaluación de daños y respuesta de la Cruz Roja

Por su parte, la Cruz Roja Peruana ha activado equipos de emergencia en Santa Ana, Chiclayo, Chimbo, San Jacinto y Tambo, comunidades afectadas por las inundaciones y deslizamientos de tierra. Las evaluaciones iniciales de estos equipos, indican que las necesidades prioritarias son de refugio, agua y saneamiento, medios de vida, apoyo a la seguridad alimentaria, y asistencia sanitaria de emergencia con énfasis en el control de enfermedades transmitidas por el agua. El voluntariado de la Cruz Roja Peruana está proporcionando primeros auxilios, asistencia prehospitalaria y restauración de los vínculos familiares.

 “Las primeras evaluaciones de la Cruz Roja sobre el terreno muestran que el daño ha sido increíblemente severo. Muchas personas han perdido todo. Necesitarán apoyo para reconstruir sus vidas ", apunta Walter Cotte, Director Regional de la Federación para las Américas.

Además, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) está monitoreando la situación en colaboración con la Cruz Roja Peruana y se encuentra preparada para ofrecer todo su apoyo cuando sea requerido.