El sábado, en la parroquia de San Pedro, en el interior de la Catedral, la Banda de Música de Sigüenza, interpretó un concierto de Semana Santa, basado en un repertorio de ocho marchas procesionales, más la propina, que no fue otra que 'La Pilarica', emblemática por ser la última que interpretó antes de su disolución, en 1969, la antigua formación,  al tiempo que la primera que tocó la nueva tras su recuperación a finales de 2012, pronto hará cinco años.

La actuación tenía carácter benéfico, dentro del ciclo de conciertos que organiza la Federación de Bandas de la Provincia de Guadalajara, con el fin de recaudar fondos para la Asociación de niños de Síndrome de Down de Guadalajara. Por la entrada se pedía un donativo de tres euros.

La Banda que como en cada una de sus actuaciones estuvo magistralmente dirigida por Elisa Gómez, ha crecido hasta prácticamente los treinta miembros, nutriéndose con los alumnos de prebanda de la Escuela Municipal de Música.

Este 2017 será el tercer año en el que la Banda de Música va a tocar en todos los eventos del año en la ciudad, habiendo además aumentado su sección de madera, algo que “dulcifica nuestro sonido”, afirma Gómez, e incluido además instrumentos nuevos, como el bombardino o instrumentos de percusión. Precisamente por cumplirse el quinto aniversario, la Banda prepara un evento especial para finales de año.