Claves de la conexión Sorbe-Bornova: así se planea blindar el agua en Guadalajara
El objetivo de la Junta es enviar el estudio de demanda a la Confederación Hidrográfica del Tajo en febrero para asegurar que la obra entre en los planes estatales de 2026.
El proyecto de unión entre los ríos Sorbe y Bornova no es solo una obra de ingeniería, sino un sistema de seguridad para el abastecimiento de Guadalajara. Actualmente, el embalse de Beleña (que se nutre del Sorbe) es el principal suministrador de la zona, pero tiene una limitación crítica: su capacidad es pequeña en comparación con la demanda que soporta. Cuando no llueve lo suficiente, el nivel baja rápidamente, poniendo en riesgo tanto el consumo de los hogares como el riego de los campos.
¿Cómo funcionará esta infraestructura?
La solución técnica que plantea el estudio consiste en conectar este sistema con el embalse de Alcorlo (situado en el Bornova). Alcorlo tiene una capacidad de almacenamiento mucho mayor. De esta forma, en momentos de escasez, se podría trasvasar agua desde la presa de Alcorlo hasta Beleña, creando un "seguro de vida" hídrico que garantizaría el recurso siempre que se necesite.
El calendario: de la participación al BOE
Para que el Gobierno de España financie y ejecute la obra, esta debe figurar en la planificación hidrológica estatal. El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rubén García, ha trazado la hoja de ruta para lograrlo:
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Diciembre 2025: El estudio de demanda está finalizado tras un año de consultas con ayuntamientos y organizaciones como APAG (agricultores) y UPA.
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Febrero 2026: Se presentará el documento final a los actores implicados para recibir su visto bueno.
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Marzo 2026: Remisión automática a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
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Objetivo final: Lograr que la conexión se incluya en el ciclo de planificación 2026-2030, lo que permitiría desbloquear los fondos necesarios para iniciar las obras.
