El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha puesto en valor hoy el papel que ha jugado la Comunidad Autónoma a lo largo de los últimos cuarenta años, sustentado en “una mejora de nosotros mismos en beneficio claro de una consolidación del proyecto de España”. En este sentido, ha destacado el “gran servicio” que le ha prestado el modelo autonómico al conjunto del país, porque ahora “somos muchos tirando de la cuerda de España, junto con las autoridades del Estado”.

García-Page ha subrayado también el “papel constitucional intangible” que juegan las autonomías “y que tiene que seguir rindiendo cuentas de cara al futuro”. Por ello, y frente a Castilla-La Mancha, “una Comunidad que no rompe ni separa España, la hace más grande”, ha recalcado que “no nos vamos a callar si apreciamos que están en juego los valores constitucionales que nos han alumbrado, y los defenderemos incluso con la fuerza de los tribunales”.

Así lo ha señalado durante el acto institucional con motivo del Día de la Constitución y la celebración del 40 aniversario de la aprobación inicial del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, que ha acogido este viernes la Iglesia de Santa María de Alarcón (Cuenca), el mismo espacio en el que el 3 de diciembre del año 1981 se aprobó inicialmente el Estatuto de Autonomía de la región.

El presidente regional ha comenzado su intervención aludiendo a la celebración, hoy también, del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. “Se trata de una feliz coincidencia y un buen emblema para los que sentimos que el servicio público debe ir destinado a quienes más lo necesitan”, ha asegurado García-Page, al tiempo que ha destacado que en estas cuatro décadas han mejorado mucho las condiciones de vida de las personas con discapacidad, gracias en parte a los colectivos que trabajan en este sector “y a su labor positiva y constructiva”.

Del mismo modo, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha aludido a la “falta de complejos” de la que disfruta Castilla-La Mancha, aunque ha reconocido que no siempre ha sido así. “Esta Comunidad comenzó dando sus pasos de arriba abajo y hoy no tenemos complejos, ni siquiera de origen, porque tenemos toda la historia de España y carecemos de problemas de identidad”. Asimismo, se ha referido a los vecinos y vecinas de esta tierra como “un pueblo moderado y austero” que representa un “regionalismo sano”.

Muchos cambios en cuarenta años gracias a un esfuerzo colectivo

“Han cambiado mucho las cosas en estos cuarenta años, y hemos tomado partido para ello. Lo hemos hecho entre todos y todas”, ha asegurado el presidente García-Page, que ha considerado que la mayoría de los ciudadanos de Castilla-La Mancha “querrían vivir en este momento y aquí, porque nunca hemos gozado del nivel, calidad y esperanza de vida que hay en estos momentos”.

Así, ha dado a conocer una veintena de indicadores que ponen de manifiesto la evolución que ha experimentado Castilla-La Mancha en estas cuatro décadas. Ejemplo de ello es el aumento poblacional de la región, que tiene cerca de 400.000 personas más que al comienzo de la autonomía. “Hemos crecido en la misma proporción que España, y eso es algo muy relevante”, ha destacado García-Page.

Además, se han ganado cinco años de esperanza de vida, la mortalidad infantil se ha reducido a la cuarta parte y el número de mujeres trabajadoras se ha triplicado. Hoy el peso de la mujer en la masa laboral activa alcanza el 44 por ciento, un cambio “revolucionario” en palabras del presidente.

Por otro lado, de una mujer diputada regional se ha pasado a 14 de un total de 33, y del 12 por ciento de analfabetismo que presentaba la región se ha evolucionado a un 25 por ciento de población universitaria. La economía de la región se ha multiplicado por 10 y se exporta 100 veces más que en 1982. Además, el peso de las exportaciones era irrelevante en el PIB regional hace 40 años, cuando no llegaba al 5 por ciento, y hoy es de más del 40 por ciento.

En cuanto al empleo, hoy trabajan el doble de personas que al comienzo de la existencia de la Comunidad Autónoma y la superficie medioambientalmente protegida se ha multiplicado por 100. La renta agraria se ha multiplicado por 15 y se ha pasado de tener uno de cada tres hogares con teléfono fijo a que el 99 por ciento de los hogares de la región dispongan de uno o varios teléfonos móviles.

Desde las transferencias, el gasto sanitario por persona ha crecido dos veces y media, mientras que el gasto medio por alumno en Educación se ha triplicado. Castilla-La Mancha se podría autoabastecer hoy con energía alternativa, limpia y saludable que se genera aquí y se ha pasado de cero a 1.800 kilómetros de autovías. Asimismo, contamos ahora con 670 kilómetros de AVE.

Castilla-La Mancha “es hoy una tierra de acogida, cuando antes lo fue de expulsión”, ha valorado el presidente regional, antes de explicar que hoy hay 186.954 personas extranjeras residentes, mientras que en 1981 había solo 644.

Por otro lado, “hoy somos la segunda comunidad de toda España con mayor potencia turística de interior. En aquella época teníamos 61.000 turistas y hoy tenemos 2,2 millones de visitantes.  Tenemos una industria creciente que acabará ocupando en una década casi el 18 por ciento de nuestra riqueza regional”, ha augurado García-Page, que ha aprovechado para vaticinar un mes de diciembre con un alto índice de turismo.

Como colofón, el presidente castellanomanchego se ha referido al presupuesto regional, que ha pasado de 1,9 millones de euros, “menos de lo que nos valen muchos centros de salud”, a 12.273 millones de euros, unos datos “alejados de cualquier ideología que no son más que un resultado radiológico de la situación, de cómo estábamos a cómo estamos”, ha apostillado García-Page.

A esta celebración institucional, que ha contado también con la intervención del presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, han asistido también los integrantes del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, miembros del Parlamento autonómico, y el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca.

Asimismo, han asistido la alcaldesa de Alarcón, Milagros Poveda; además de los ex presidentes de Castilla-La Mancha, José Bono y José María Barreda; así como los ex presidentes de las Cortes regionales, Francisco Javier Irízar, Antonio Marco y Vicente Tirado; y los presidentes de las cinco diputaciones provinciales, entre otros.