Tras una intensa evaluación de la situación sanitaria, y tras haber esperado un tiempo prudencial para ver cómo evolucionaba la pandemia de Covid-19, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, tras consultarlo con el resto de grupos políticos del consistorio, ha decidido que este verano de 2020 no abrirá sus puertas al público la Piscina Municipal de la localidad. Así mismo, tampoco podrá organizarse el tradicional Campamento Urbano que solía desarrollarse cada verano en el Colegio San Blas, coincidiendo con las jornadas laborables sin actividad escolar.

Esta dolorosa decisión se toma desde el convencimiento de que, tanto la apertura de la Piscina, como la organización del Campamento, son en la práctica incompatibles con las medidas de seguridad que se imponen desde las autoridades sanitarias; y en la rotunda creencia de que en la situación actual la salud pública prima sobre cualquier otra consideración.

En el caso del Campamento Urbano, la dificultad real para controlar las interacciones sociales que realizan los niños y niñas de corta edad hace virtualmente imposible la adopción de medidas como la distancia social, la higiene de manos constante o el uso obligatorio de mascarillas que sería necesario imponer durante las jornadas del campamento.

En el caso de la Piscina las razones son parecidas. Las dimensiones de la instalación cabanillera hacen que sea virtualmente imposible abrir sus puertas garantizando el espacio personal que se exige en las zonas de pradera, sin que el aforo se vea reducido a un número de usuarios casi irrelevante, de muy difícil gestión, y que no daría ni remotamente satisfacción a la demanda de los usuarios.

Desde el Ayuntamiento somos conscientes -y lamentamos profundamente- el perjuicio que estas decisiones causan a las familias que solían utilizar ambos servicios cada verano. Confiamos en volver a retomar ambas actividades en los futuros periodos estivales.