APAG insta a pedir ayudas por zona catastrófica y agradece la labor de los agricultores y ganaderos
A punto de cumplirse una semana de la gran nevada, muchos pueblos de la provincia continúan con problemas, sobre todo en los accesos a naves agrícolas o ganaderas, granjas, invernaderos, explotaciones, etc…
APAG está recabando datos de los siniestros ocurridos a causa del temporal "Filomena", para unirlos a los del resto de provincias de Castilla-La Mancha y también a nivel nacional y poder realizar una valoración global de los daños a través de Asaja y de Cooperativas Agroalimentarias.
Las posibles ayudas o indemnizaciones por estos daños podrían venir vía declaración de Zona de Emergencia o zona catasrófica; una opción que debe solicitar cada Ayuntamiento (u otra administración pública) al Gobierno, para recibir ayudas por una situación de este tipo, dentro de los 15 días siguientes al inicio de la catástrofe.
APAG insta a los agricultores y ganaderos que hayan sufrido daños a ponerse en contacto con su Ayuntamiento para comunicarlos y hacer la solicitud.
Recordamos también que el seguro agrario incluye los daños por nevada, viento y helada, tanto en las cosechas como en las instalaciones.
En concreto, los siniestros provocados por nevada y viento están recogidos en todas las líneas de seguro agrario y, en el caso de las heladas –una opción asegurable para los agricultores–, se pueden cubrir los daños que sufran tanto las cosechas como los árboles. Además, el seguro también ofrece la posibilidad de asegurar y proteger las instalaciones y mallas ante los daños que pueden provocar las fuertes tormentas. Adicionalmente, los daños sufridos por el ganado a consecuencia de las bajas temperaturas (hipotermia) o por derrumbe de las instalaciones también se encuentran incluidos dentro de las coberturas del seguro agrario.
Todo ello si se ha realizado seguro y dependiendo del módulo, por ejemplo en el caso del olivar, por lo que APAG recomienda revisar y consultar las condiciones del seguro con el gestor o compañía de cada uno.
Hasta el momento APAG ha recogido los siguientes daños comunicados por sus asociados:
CULTIVOS AFECTADOS:
• MAÍZ: Tan sólo queda por cosechar un 5%; En lo que queda se espera al menos una pérdida segura del 10%
• CULTIVOS HORTÍCOLAS: la mayoría aún no se puede valorar. Están cubiertos de nieve (repollos, coliflor, puerro...) Hay 400 toneladas de patata ecológica heladas en Alarilla.
• OLIVAR: No hay aceituna tirada, pero hay daños, ramas tronchadas y arboles desgarrados por la nieve. Es muy probable que los olivos se hayan helado total o parcialmente y haya que talar. Ahora ese daño no se ve.
Además, esto afectará a la calidad del aceite, que será muy inferior y ahora no se puede valorar.
GANADERÍA: Problemas de suministro de pienso, problemas para ir a dar de comer y beber al ganado por inaccesibilidad: ovejas de parto que no pueden ser atendidas: animales muertos y heridos por derrumbe de naves. (aún sin contabilizar)
Animales muertos por hipotermia: en el Cardoso 2-3 terneros muertos por congelación al parir y en Cantalojas 2 terneros congelados recién nacidos.
NAVES-INFRAESTRUCTURAS:
Una nave agrícola hundida en Fuentelencina; Techado de nave agrícola hundido en Jadraque; daños en invernaderos (Fontanar); una nave ganadera hundida en Robledillo de Mohernando; Cubierta de nave en El Cubillo de Uceda; una nave hundida en Yélamos de Arriba; tres naves en Almoguera; tres naves en Mondéjar y la limpia del Ayuntamiento; una nave agrícola en Albares. Daños en invernadero de planta aromática en Marchamalo; daños en invernaderos y estructura de sombrero en Yunquera; una nave hundida en Moratilla de los Meleros.
AGRICULTORES Y GANADEROS, ESENCIALES EN SITUACIONES DE EMERGENCIA
APAG quiere agradecer a todos los agricultores y ganaderos su labor durante estos días en la limpieza de calles, carreteras, caminos y accesos, incluso en el rescate de vehículos. Una ayuda totalmente solidaria y altruista por la que no van a recibir nada y en la que han utilizados sus medios y maquinaria, su tiempo y su esfuerzo.
Todo ello en situaciones de riesgo y con el peso de los daños que han sufrido en sus propias explotaciones.