
APAG denuncia cultivos anegados "al no planificarse la apertura de las compuertas de los pantanos con antelación"
El aumento del caudal del río Henares, provocado por las intensas lluvias y el incremento en los ríos Bornova y Sorbe, ha generado una situación de alerta no solo en el Corredor del Henares, sino también en los riegos de la cuenca. ¿Por qué si la previsión de lluvias abundantes se conoce desde hace semanas, no se planifican para abrir las compuertas de los pantanos con antelación, e ir soltando agua poco a poco y no tan de golpe?, se preguntan en la Asociación Provincial de Agricultores (APAG). "Las consecuencias son las que ya conocemos: de nuevo parcelas de cultivo anegadas en las vegas. ¿Quién se hace responsable?", se preguntan.
Según datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) a 5 de marzo, el pantano de Beleña subía 0,52 hectómetros y registraba 39,42, de los 53 de su capacidad máxima, alcanzando el 70% de su capacidad, una situación que obliga al desembalse, de la misma forma que el de Pálmaces, cuyas aguas están anegando cultivos de la zona
La situación es tal que en Guadalajara, la Policía Local se ha visto obligada a cortar los accesos al parque fluvial debido a la inundación de la ribera del río, desde el Puente Árabe hasta Los Manantiales y El Balconcillo. La fuerza del agua ha superado los niveles de seguridad, poniendo en riesgo a los ciudadanos que frecuentan estas áreas recreativas.
Aguas abajo, en Alcalá de Henares, el Ayuntamiento también ha tomado medidas preventivas ante la crecida del Henares, cerrando accesos en zonas inundables como pasos subterráneos, viales cercanos al río, el Parque Natural de Los Cerros y el Puente del Zulema. La rápida respuesta de las autoridades locales fue crucial para evitar posibles incidentes, dada la velocidad con la que el río aumentó su caudal.