La localidad llegó a alcanzar picos de 2.000 turistas, que disfrutaron de una obra teatral de carácter histórico y de actividades de lo más variado. Alcocer quiere consolidar su presencia en el calendario de eventos históricos de carácter turístico en la provincia y puja fuerte para ello.  

 

El Ayuntamiento de Alcocer ha celebrado este fin de semana sus segundas jornadas medievales conmemorando la historia de amor entre el Rey Alfonso X El Sabio y Doña Mayor Guillén de Guzmán.

Un evento con una fuerte base histórica como para formar parte de la extensa programación de fiestas de componente medieval que en el mes de julio se desarrolla en diversos lugares de la provincia, como Hita, Sigüenza, Torija y Pastrana.

Su alcalde, Borja Castro, va más allá y por su cabeza planea la idea de que su municipio “pueda formar parte de una ruta de fiestas medievales, dado el interés creciente que se puede apreciar entre los turistas, ya no solo de la provincia, sino de toda España”.

Una cita que en momentos álgidos ha llegado a tener una afluencia de 2.000 personas, según informa. El regidor ribereño, tras observar el éxito de sus dos ediciones, que implican la visita de cientos de turistas que han llenado bares y restaurantes, de la misma forma que negocios hoteleros y pequeños establecimientos recién abiertos y que están en auge, ha decidido desarrollar la idea de programar un evento mensual para que la temporada baja sea lo menos posible. 
Los datos y sensaciones dan una idea de la importancia de actividades como las vividas este fin de semana. En la Catedral de la Alcarria no cabía un alfiler.

Con sus 400 plazas ocupadas, la obra de teatro “La Mayor, historia de Alcocer”, escrita por Javier Losán en exclusiva para el pueblo, tuvo un rotundo éxito, “gracias al buen hacer y el trabajo de los vecinos que formaron parte del elenco”, componentes del Grupo de Teatro La Mayor, destaca Castro. Él mismo tomó parte en la representación haciendo el papel de Alfonso X el Sabio.

El de este año ha constituido un paso más de cara a su compromiso de convertir la obra en una tradición, que, a su vez, pueda servir para contar la importante historia del municipio, y a la par, como señala Castro, “crear comunidad”. En estos dos años de representación han estrechado contactos vecinos de todas las edades que solamente se saludaban por las calles. “Hemos formado una gran familia”, comenta satisfecho el primer edil. 

 Durante todo el fin de semana no faltó la animación en las calles, con actuaciones de grupos de música, artistas circenses, danzantes, mercado medieval y atracciones infantiles, en lo que constituye una apuesta municipal por la cultura, un importante motor económico del mundo rural, “como se ha podido apreciar en los resultados que ha tenido para los negocios y comercios del pueblo, convirtiendo esta historia de amor en un reclamo turístico durante todo el año”. 

Entre las exitosas novedades, tuvo lugar un concurrido espectáculo, “La Cetrería del Rey Sabio”, en la Plaza de Toros. Los presentes contemplaron boquiabiertos cómo halcones y águilas eran soltados desde el balcón de la iglesia y perseguían a conejos artificiales.

Pero, lo que más llamó la atención a grandes y pequeños, fue que tuvieron la oportunidad de verlos muy de cerca. Los adiestradores posaban sus aves en los brazos de los niños mientras sus padres lo contemplaban con cara de admiración. 

Ayer domingo vecinos y turistas vieron desfilar a la Banda de Gaitas Nivaria de la Casa de Galicia en Valladolid, que dio paso a un concierto de Germán Raíz, de música celta y melodías tradicionales de Castilla, gracias a la colaboración de la Diputación de Guadalajara y la Fundación Siglo Futuro.

Además pudieron tomar parte en una visita guiada a través de las huellas de Doña Mayor.

Mayor Guillén de Guzmán (1205-Alcocer, 1262) fue una noble castellana, señora de Alcocer, Salmerón, Viana de Mondéjar, Palazuelos y Valdeolivas. Fue amante del rey Alfonso X y madre de Beatriz de Castilla, reina consorte de Portugal y Dos Algarves.

Nació en el seno de la casa de Guzmán, una de las familias de ricos hombres de la corte del rey Fernando III de Castilla. Dejó testimonio en crónicas y documentos de la época sobre todo por haber sido amante del rey Alfonso X el Sabio, hijo de Fernando III El Santo y de Beatriz de Suabia cuando aún era un infante heredero.

En 1255, el rey Alfonso le hizo merced de un señorío, conocido como el Infantado de Huete, en tierras alcarreñas que incluía Alcocer, Cifuentes, Viana de Mondéjar, Palazuelos, Salmerón y Valdeolivas.

Este infantado lo heredó su hija Beatriz y después su nieta, Blanca que posteriormente lo vendió a Alfonso de Aragón el Viejo. Con la colaboración del monarca, Mayor dotó y fundó el monasterio de Santa Clara en San Miguel del Monte, una aldea despoblada en el término de Alcocer. 

Mayor falleció a comienzos de 1262 y recibió sepultura en el monasterio de las Clarisas. Años más tarde, y por encargo del rey Alfonso, el 24 de julio de 1276 se ejecutó un contrato para la fabricación, por parte del artista Juan González, de un sepulcro de madera de nogal con la imagen de Mayor en relieve que, en 1936, desapareció durante la Guerra Civil Española.

Considerada una de las mejores obras funerarias de la Edad Media en Guadalajara, desde hace un año está expuesta una reproducción fidedigna en una capilla de la Catedral de La Alcarria.

Gracias a unas antiguas fotografías que en 1919 dejó el investigador de arte español Ricardo de Orueta y que aparecen en una de sus obras publicadas posteriormente junto con una detallada descripción, y al reciente contrato manuscrito que se ha descubierto, hoy existe esa réplica.

El cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado, recuerda que el monumento funerario a la amante del rey Alfonso X, doña Mayor Guillén de Guzmán, realizado por Juan González, escultor de Burgos, es una de las pocas esculturas funerarias firmadas del siglo XIII, de la que se sabe que está tallada en madera, es policromada y que representa a una dama dormida o muerta, del siglo XIII.