Afirman que la gestión del trasvase Tajo-Segura “es una mafia” y que podría cerrarse en tres años
"Murcia puede ser perfectamente autosuficiente con el agua agua subterránea y no necesitar el trasvase Tajo- Segura nunca más. Nos hicieron creer que la única agua accesible es la fluvial y como es poca vemos que hay un déficit pero es ficticio. Es un dato erróneo. Es una trampa contable porque no hemos incluido estos 500- 800 hectómetros que van al mar". Esta es la principal conclusión del hidrogeólogo Francisco Turrión recogida en el informe de Greenpeace La trama del agua en la cuenca del Segura, 10 años después, presentado hoy en rueda de prensa en Toledo.
“No hay agua para un pequeño agricultor o ganadero y en cambio sí para grandes extensiones de regadío que no cesan de crecer a pesar de que no se pueden ampliar regadíos. No falta agua para urbanizaciones ni plantaciones de grandes empresas”, añade Turrión.
En su estudio la organización también ha recogido los testimonios, que han reflejado en un vídeo, de personas afectadas por la mala gestión del agua e irregularidades en la cuenca del Segura y las amenazas que sufren. Tal y como explica el exagricultor Pedro Morales: “Una vez me amenazaron introduciéndome una pistola en la boca y diciéndome que si continuaba me iban a quitar del medio igual que le pasó a otra persona. No querían que yo denunciara lo que me había pasado, en la Administración y en los juzgados, ni los daños que me habían causado cuando tuve que dejar mis tierras arrendadas porque en ellas estaban haciendo pozos ilegales”.
Cuenca autosuficiente y beneficios para todos
La cuenca del Segura no es deficitaria y podría desengancharse del trasvase Tajo-Segura en tres años contando únicamente con sus propios recursos hídricos. Tal y como recoge Greenpeace el informe presentado hoy (revisión del trabajo anterior El negocio del agua en la cuenca del Segura), tras diez años los mecanismos de “expolio hídrico” se han sofisticado, a la vez que los nuevos regadíos no han dejado de crecer en la cuenca.
Mientras tanto, la imagen que se transmite dentro y fuera de la cuenca del Segura es la de vivir en un déficit de agua continuo, pero que es ficticio. Con ello, se intenta justificar la necesidad de megaconstrucciones y grandes plantas de desalación, para seguir alimentando proyectos urbanísticos de la burbuja inmobiliaria (resorts con viviendas unifamiliares, campos de golf… etc). Y de paso, dar más agua miles de nuevas hectáreas de regadíos intensivos e ilegales a grandes agroindustrias. Sin embargo, pequeños agricultores, ganaderos y PYMES ven sistemáticamente cómo se les niega el acceso al agua.
La Administración Hidráulica y el actual Gobierno mantienen un ciclo del agua irreal en el Segura, que sostiene el privilegio de los lobbies del agua. Se está limitando el bien general, mientras se beneficia a unos cuantos ‘privilegiados’. “Este tipo de corrupción ligada al agua se esconde, no pocas veces, detrás de normas injustas dictadas al gusto de ciertos lobbies”, ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de aguas de Greenpeace.
“Ves regadíos que antes no existían y que tienen agua, cuando tú ves que la gente no la tiene. Las plantaciones de leñosos se nos están secando porque no disponemos de ese agua mínima para poder mantenerlos, cuando en otras zonas están ampliando regadíos, además intensivos. Creemos que debería haber un estudio en condiciones y distribuir el agua, equitativamente. Lo único que pedimos es equidad. No queremos más que nadie, queremos solo equidad, que se nos dé el mismo trato que a todos los demás”, denuncia Carlos Sánchez, presidente de la comunidad de regantes de Elche de la Sierra (Albacete).
El análisis de Greenpeace demuestra que los recursos naturales de agua de la cuenca del Segura están mal evaluados y no se cuenta con la mitad de los recursos naturales de agua subterránea que tiene. Estos suponen un volumen adicional de entre 500 y 800 hm3/año. Además, contando con el volumen de agua desalada que prevé su Plan Hidrológico, la cuenca del Segura no es deficitaria, sino que tiene un superávit de unos 200 hm3/año incluso sin contar con el agua procedente del Tajo, y dando por buenos los cálculos de demandas actuales y futuras.
Lograr un balance hídrico propio y correcto en la cuenca del Segura, es el paso previo y decisivo para dejar de “sobreexplotar” la cabecera del Tajo con un trasvase de agua innecesario. Porque la cuenca del Segura tiene recursos propios suficientes para atender todas las demandas actuales y futuras que sean medioambientalmente sostenibles.
“Creemos que la solución al problema que nos han creado en estos últimos 50 años, tanto en el Tajo como en el Segura, está en ese camino. Haciendo bien las cuentas del conjunto de los recursos naturales renovables y desalados, es absolutamente posible el desarrollo sostenible de la cuenca del Segura, y satisfacer sus demandas actuales y futuras, sin necesidad de trasvases”, ha declarado Barea.
Greenpeace considera que es posible un escenario donde la economía de la Región de Murcia, del sur de Alicante y de la costa norte de Almería sigan creciendo sin depender para ello del río Tajo. Solo se debe dejar que los técnicos se sienten a las mesas de discusión, excluyendo de éstas a políticos y a representantes de los lobbies de la obra pública y del monopolio del agua.