¿Podrá frenar en Yebes alguno de los AVE ‘supersónicos’ de Puente?
El anuncio del ministro de Transportes, Óscar Puente, sobre el plan AV350 -que promete convertir los trenes en auténticos bólidos de 350 kilómetros por hora- ha desatado entusiasmo nacional.
IMAGEN GENERADA POR IA
Pero en Guadalajara, la noticia activa una duda con un peso irónico tan grande como un convoy: si ya es difícil que un AVE ‘frene’ a 300 km/h en Yebes, ¿habrá que instalar un paracaídas cuando pasen a 350?
La estación de Guadalajara‑Yebes, concebida como un “nodo estratégico”, se ha convertido, hasta hoy, en el reverso humorístico de la promesa de la Alta Velocidad. Su función principal parece haber sido la de servir como elegante hito geográfico que la inmensa mayoría de los trenes se limita a admirar sin detenerse.
Actualmente, Yebes sí recibe trenes de Renfe (AVE, Avlo y Alvia), pero la paradoja está en la estructura de la parada. La regularidad la asegura el Avlo, el tren low-cost, con contadas circulaciones diarias. Para garantizar una parada, hay que optar por el modelo económico. Los AVE convencionales también figuran, pero solo en escasas circulaciones, mientras que las compañías privadas como Ouigo e Iryo ni siquiera se plantean parar allí.
Ahora, con las promesas de 350 km/h y mayor frecuencia, surge el dilema definitivo: el ministro habla de acortar distancias entre Madrid y Barcelona, pero la gente de Yebes se pregunta si este salto ‘supersónico’ traerá milagros logísticos que multipliquen las paradas, o si simplemente seguirá siendo un espectáculo de trenes que pasan a toda velocidad sin detenerse.
Mientras tanto, Yebes aguarda, con su andén impecable y su paciencia proverbial, el momento en que algún tren de 350 km/h decida demostrar su capacidad de frenada. Quién sabe, tal vez este aumento de velocidad sea solo el preludio de que los trenes alcancen un día la velocidad de escape de la provincia, mientras la estación cumple su rol más seguro: el de contemplar desde la distancia y hacer sonreír a quien comprende la ironía.
